#El_ADN_en_las_vacunas 251024
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Estimados miembros de Akasha Comunidad:
La evidencia de la presencia de ADN en los viales de los inyectables de vacunas genéticas de Pfizer y de Moderna es incontrovertible, contundente y alarmante. Presente en cantidades altísimas, de más de 500 ng/microlitro en muchos viales, ese ADN representa un riesgo para la estabilidad del genoma de las células en las que entre. Expliqué esto de forma detallada en mi ponencia del sábado 19 de octubre, durante el III Congreso Internacional Médico, Científico y Jurídico celebrado en Pontevedra, y si les interesa, pueden verlo aquí: https://odysee.com/@akashacomunidad:0/AC202410193:b.
El papel genotóxico y mutagénico del ADN foráneo es bien conocido. Definamos rápidamente ambos términos, porque no son lo mismo: la genotoxicidad es el término que se utiliza para describir cualquier proceso que afecta la integridad del ADN genómico (es decir, del ADN de las células). Por otro lado, la mutagenicidad se refiere específicamente a la ocurrencia de cambios en las bases (nucleótidos: A, C, T, G) del genoma, que pueden ser cambios puntuales o inserciones y deleciones. Cuando se habla de terapia génica, la inserción de ADN en el genoma es uno de los principales mediadores de la genotoxicidad. Como les digo, eso se conoce bien desde hace tiempo. De hecho, el riesgo de genotoxicidad debido a la terapia génica basada en ADN "desnudo" (es decir, la administración de plásmidos de ADN por la vía intramuscular, intradérmica o endovenosa) es uno de los principales motivos por los que se ha relegado este tipo de terapia (lamentablemente, no así la basada en ARNm sintético). Pueden ver algunos detalles relacionados con lo que digo en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/18535928.
La mutagénesis que se da por la inserción (es decir, la mutagénesis insercional) no es un juego de niños. Puede ocasionar problemas serios, que incluyen la muerte (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/19536363). Además, las mutagénesis insercionales pueden alterar la expresión de genes cercanos a su inserción, mediante diferentes mecanismos (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/14985489), ninguno de los cuales fue estudiado en ensayos de seguridad de las "vacunas genéticas" anti-COVID que contienen ADN (aunque la Inmunóloga, Dra. Carmen Cámara opine que "se hicieron todos los estudios de seguridad de estos productos).
Ya he explicado en varias ocasiones, detalladamente, cuál es el problema de que el ADN encontrado en los viales analizados sea de origen plasmídico y que el plásmido contenga (en el caso de Pfizer) el promotor del virus SV40, y les invito a que busquen en nuestro canal la información al respecto, o que se tomen el tiempo de ver la charla (https://odysee.com/@akashacomunidad:0/AC202410203:c).
Confieso que sigo sin entender cómo es que en los países de habla hispana, aún no haya surgido una acción legal para demandar a las agencias reguladoras por: 1) haber hecho la vista gorda de que los productos que autorizaron fueron fabricados mediante un proceso distinto al de los productos que ellos autorizaron, y 2) por no haber hecho análisis independientes para detectar, cuantificar e identificar ADN en los viales. En otros países ya se están realizando esas acciones. ¿Qué hace falta para que abogados españoles o latinoamericanos se interesen en el tema y tengan el valor para realizar esa acción? Es una pregunta retórica, no espero respuesta, pero sí deseo que se quede como una pestaña en el ojo metafórico de los abogados; que su presencia no pueda ser ignorada y les obligue a que hagan algo al respecto. (Continúa en https://t.me/akashacomunidad/3569)