En la sociedad actual, la corporalidad ha perdido importancia y el formato del poder ha cambiado. La información siempre ha sido una fuente de poder, pero más aún en un mundo donde la capacidad para analizar información, para almacenarla, transmitirla y diseñar estrategias y acciones con base en ella, es cada vez mayor.
➡️ La información sensible está compuesta, aunque parezca paradójico, de datos personales colectivos y políticos que comprometen a nuestros conciudadanos y a la seguridad del Estado: cuando se da información de ubicación, se expone al vecino; cuando se dan datos de gustos, se expone a quienes los comparten; cuando se dan datos de genética, se expone a la familia y los antepasados, etc.
➡️ Queda, sin embargo, mucho recorrido y territorio por explorar en materia regulatoria. Un recorrido que vertebre, a su vez, un mecanismo de protección en favor de la soberanía digital.
Por Fundación Disenso
https://fundaciondisenso.org/la-soberania-de-los-datos/