“Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí?”
Jeremías 32:27 (NVI)
Por lo general medimos lo que tenemos que enfrentar según nuestras fuerzas y nuestras posibilidades y recién en último recurso buscamos a Dios, como si nos hubiéramos olvidado de su grandeza.
Por lo general ponemos los problemas demasiado cerca de nuestros ojos y dejamos muy lejos a Dios...
Es así cuando los problemas se agigantan, toman el control de nuestros pensamientos y ni siquiera podemos advertir que el Dios todopoderoso quiere actuar en nuestro favor.
A menudo nos sentimos pequeñitos y nos terminamos acostumbrando a ver a Dios distante; demasiado lejos como para prestarnos atención y resolver nuestros asuntos.
Busca siempre al Señor de Señores, al Rey de Reyes, al creador del cielo y la tierra; no está lejos de ti…
Él te formó, te dio la vida, conoce al detalle tu situación, está listo para atender tu necesidad y hoy se acerca a tu vida y para decirte:
_“Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad.
_¿Hay algo imposible para mí?”
Ora conmigo:
Querido Dios, cuán grande y maravillosas son tus obras.!
Te alabo Señor porque eres el único y sabio Dios.
Vengo a tus pies porque te reconozco como mi Señor y sé que no hay nada imposible para ti.
Ayúdame en mi incredulidad y asísteme en mi necesidad.
En el nombre de Jesús, amén.
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