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*Envío 28*
*Fuente:* _Aciprensa_
*Supersticiones de Año Nuevo son "adulterio espiritual", alerta exorcista*
El P. Duarte Lara, sacerdote exorcista de la Diócesis de Lamego (Portugal), señaló que algunas supersticiones que muchas personas ponen en práctica para empezar el año, como comer uvas o vestirse de amarillo, como si de ello dependiera el futuro, no son acciones inocentes, sino que pueden ser “un pecado contra la virtud de la religión”.
En una entrevista a ACI Digital —agencia en portugués del grupo ACI—, el exorcista señaló que “el pecado de superstición es una especie de adulterio espiritual”, y advirtió que este daño proviene de esperar “la salvación de una fuerza que no viene de Dios”.
En ese sentido, resumió: “El diablo se aprovecha de la brecha”.
Por el contrario, el P. Lara recordó que hay maneras católicas de pasar Año Nuevo y que “la Iglesia da una indulgencia plenaria a todo creyente que reza el Te Deum el último día del año”.
“Esto es algo muy bueno que podemos hacer en la víspera de Año Nuevo, terminar el año dando gracias a Dios”, agregó.
El sacerdote indicó asimismo que “en nuestra cultura la superstición tiene una connotación menos importante que desde un punto de vista teológico. Para muchos, la superstición es incluso una tontería, algo que no tiene mucho sentido y que hacemos para la suerte”.
Sin embargo, hizo notar que, desde un punto de vista teológico, “la superstición es un vicio, por lo tanto, lo opuesto a una virtud, y va en contra de la virtud moral de la religión”, que es “una disposición de nuestra voluntad para darle a Dios el culto que le corresponde”.
El P. Lara señaló igualmente que “hay fundamentalmente dos grandes vicios que se oponen a la virtud de la religión”, la irreligión y la superstición, donde la primera se refiere a no tratar “lo sagrado con la veneración debida”, como los lugares sagrados, los días santos, la Biblia.
La superstición, por su parte, “es deificar a las criaturas o a algo creado, una fuente de conocimiento, etc., que no son Dios. Tiene que ver con prestar un servicio que se le debe a Dios a algo que no es Dios. Esto es un pecado”, remarcó.
Según el exorcista, la superstición se divide en tres grandes formas: idolatría, adivinación y magia.
La idolatría se da “cuando deifico algo que no es Dios. Hoy en día comienza a crecer la tendencia a la idolatría con las cosas humanas, el trabajo, la salud, el éxito, el dinero. A veces hay personas que hacen de eso su dios”, lamentó.
La adivinación “es cuando deifico una fuente de conocimiento que no proviene de Dios”. Entonces, en lugar de pedir a Dios, rezar, estudiar la Palabra “para ser iluminado”, la persona confía en otras fuentes de conocimiento que no provienen del Señor.
Según el sacerdote, “en nuestra sociedad existen mil y un formas de adivinación”, como la invocación a los muertos, la observación de las estrellas, la lectura de la palma de la mano y varias más.
El P. Lara subrayó que, al recurrir a la adivinación, se espera que esa persona en particular, “por alguna inspiración, pueda predecir el futuro". “Eso implica poner mi confianza en esta fuente de iluminación, lo cual es algo imposible”.
El mismo demonio “no conoce el futuro. El diablo puede predecir algunas cosas, sí, como cuando podemos predecir si mañana lloverá. El diablo maneja esto un poco mejor, es decir, logra combinar las causas presentes y ver su dinámica natural y, por lo tanto, trae escenarios probables".
"El diablo también puede predecir cosas que él mismo puede provocar. Es decir, se mira la palma de la mano y dice ‘vas a tener un problema de salud el próximo jueves’ y, en ocasiones, es la persona quien logra provocar este problema de salud. Entonces, tampoco es un gran adivino, es una especie de truco”, añadió.
Sobre la magia, el sacerdote afirmó que “es la misma lógica de la adivinación”, es decir, “recurrir a alguna fuerza creada para obtener un efecto determinado”.