Quinta semana del tiempo Ordinario I (27 -33/36 días):
Día 29 martes 06 de febrero de 2024
Oraciones diarias:
Ven Espíritu Santo, ven por favor, por medio de la poderosa intercesión del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, tu Amadísima Esposa. (3 veces).
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu creador y se renovará la faz de la tierra.
Oh, Dios, que has instruido los corazones de tus fieles concédenos que sintamos rectamente con el mismo Espíritu y gocemos siempre de su Divino Consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Oh, Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores y en desagravio por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María.
Oh Corazón de María, suscitad muchos y santos Sacerdotes y Misioneros que trabajen en la conversión de los pecadores y en la salvación de las almas de todo el mundo, y dadnos a todos la perseverancia final en el santo amor y temor de Dios. Amén.
Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco del todo a ti, y en prueba de mi gran afecto te consagro en este día y para siempre, mi alma, mi mente, mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, en una palabra todo mi ser, ya que soy todo tuyo, oh Madre de bondad, por favor, protégeme y defiéndeme como hijo y posesión tuya. Amén.
Oración del día:
San Pablo Miki y Compañeros mártires
Dios nuestro. fortaleza de los santos, que por medio de la cruz te dignaste llamar a la gloria a los santos mártires Pablo Miki y compañeros, concédenos, por su intercesión, que mantengamos firmemente hasta la muerte la fe que profesamos. Amén.
Meditemos:
”Ahora gozan en el cielo las almas de los santos que siguieron en la tierra las huellas de Cristo; y, porque lo amaron hasta derramar su sangre por El, con Cristo se gozan eternamente.”
Que noche y día estén abiertos tus ojos sobre este templo. Oye la súplica de tu pueblo, Israel. “El día de la dedicación del templo, Salomón, de pie ante el altar del Señor y en presencia de toda la asamblea de Israel, levantó los brazos al cielo y dijo esta oración: «Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos, ni aquí abajo en la tierra. Tú eres fiel a la alianza que hiciste con tus siervos, y les muestras tu misericordia, cuando cumplen de todo corazón tu voluntad. Si ni el cielo infinito te puede contener, ¿cómo va a ser posible, Señor, que vivas en medio de los hombres y habites en esta casa que yo te he construido? Pero ciertamente atenderás a la oración de tu siervo y a su plegaria, Señor, Dios mío, y oirás el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti: Que noche y día estén abiertos tus ojos sobre este templo, sobre este lugar, del cual has dicho: Yo estaré ahí. Escucha la oración que tu siervo te dirige en este sitio. Oye, pues, Señor, la súplica de este siervo tuyo y de tu pueblo, Israel. Cuando oren en este lugar, escúchalos desde el cielo, en donde tienes tu morada. Escúchanos y perdónanos».” (1 Reyes 8, 22-23.27-30)
Qué agradable, Señor, es tu morada. “Pues un día en tus atrios vale más que mil fuera de ellos, y yo prefiero el umbral de la casa de mi Dios al lujoso palacio del perverso.” (Salmo 83, 11)
Inclina, Dios mío, mi corazón a tus preceptos y dame la gracia de cumplir tu voluntad. Ustedes anulan la palabra de Dios con las tradiciones de los hombres. “En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los fariseos y algunos escribas, venidos de Jerusalén. Viendo que algunos de los discípulos de Jesús comían con las manos impuras, es decir, sin habérselas lavado, los fariseos y los escribas le preguntaron: «¿Por qué tus discípulos comen con manos impuras y no siguen la tradición de nuestros mayores?» (Los fariseos y los judíos, en general, no comen sin lavarse antes las manos hasta el codo, siguiendo la tradición de sus mayores; al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones, y observan muchas otras cosas por tradición, como purificar los vasos, las jarras y las ollas). Jesús les contestó: «¡Qué bien profetizó Isaías sobre ustedes, hipócritas!, cuando escribió: