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Espacio de resistencia nacional-popular. Entre Gramsci y Jauretche, con color moreno americano de la Patria Grande. No apto para gorilas y troscos.

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La Batalla Cultural es un espacio de resistencia nacional-popular que se sitúa entre Gramsci y Jauretche, con el color moreno americano de la Patria Grande. Este canal de Telegram es un lugar donde se promueve la cultura y la identidad latinoamericana, rechazando la influencia de los gorilas y troscos. Aquí encontrarás contenido variado que busca fortalecer la conciencia cultural y la lucha por la liberación de nuestros pueblos. Para quienes deseen seguirnos en otras plataformas, también estamos en @batallakultural en Facebook. ¡Únete a La Batalla Cultural y sé parte de esta lucha por la verdadera identidad latinoamericana! Puedes encontrar más información en nuestro sitio web: http://www.labatallacultural.org/

La Batalla Cultural

06 May, 20:02


No es conspiranoia. El poder existe.

Pero el poderoso es bicho y sabe que la única forma de que unos pocos dominen a las mayorías es poniendo a pelearse a esas mayorías entre sí.

Entonces el poderoso hace uso de su inmenso aparato político, cultural y comunicacional para adiestrarnos.

¿Adiestrarnos para qué cosa? Para pelear, para pelearnos los unos con los otros abajo.

El poder nos enseña lo siguiente: al subalterno que se atreva a denunciar la existencia del poder fáctico global hay que atacarlo y descalificarlo, hay que llamarlo conspiranoico y humillarlo públicamente hasta acallarlo.

La hegemonía es la suma entre consenso y coerción, como enseñaba Antonio Gramsci. Con algunos se hace consenso y se reprime a los que no quieran ese consenso, a los díscolos.

La hegemonía funciona a la perfección cuando terceriza esa represión, cuando logra que la ejerzan los de abajo sobre ellos mismos. La represión perfecta es la que se ejerce entre pares.

Hay un poder y hay una hegemonía. Ellos quieren que nos peleemos, temen que dialoguemos y nos entendamos. Ellos temen que nos hagamos ver entre nosotros mismos que ellos existen.

Ellos quieren que nos reprimamos mutuamente y si es con violencia, mejor. Así escarmentamos y nos quedamos en el molde por miedo al escarmiento.

Recomendamos la película ‘They live’ para comprender un poquito más de lo que se trata. Esta escena se extrae de esa película.

No nos peleemos más. Instruyámonos, aprendamos a abrir los ojos y permitamos abrírnoslos mutuamente.

Somos los de abajo y vamos por los de arriba.

La Batalla Cultural

06 May, 16:58


El otro día hablábamos aquí, en razón de un nuevo aniversario suyo, de Nicolás Maquiavelo. Y comentábamos acerca del aporte esencial de Maquiavelo a la ciencia política, de la que es el fundador.

Maquiavelo nos brinda los elementos para la observación de la relación entre el poder y el pueblo, entre los dominantes y los subalternos. Lo hace en clave de manual de instrucciones para los primeros, esto es, explica cómo se logra sostener esa relación.

En el tiempo la observación fue haciéndose más fina y empezamos a poner la mirada sobre el comportamiento del grupo. ¿Por qué los muchos responden a ciertos estímulos, se portan siempre de una determinada manera, etc.?

Ahí aparecen críticos como el francés Gustavo Le Bon, cuyo aporte es ya a la entonces novedosa sociología. Esa es la observación del comportamiento del grupo, la sociología es como la ciencia política, pero vista la cosa desde otro ángulo.

Todo eso es muy útil para entender lo que nos pasa hoy. Entre Le Bon, Maquiavelo y otros tantos que aportaron, se puede armar la narrativa real de nuestro tiempo: una narrativa oscura.

‘La psicología de las masas’ es la obra de Le Bon que nos sirve hoy para tirar del ovillo, empezar a entender lo que pasa en el mundo hoy.

Y si bien cualquier autor se puede utilizar para cualquier fin, porque es solo una cuestión de hacer la doble hermenéutica, en esencia algunos sirven para ver el reverso de la trama sin ser funcionales al fin de nadie.

Vivimos tiempos oscuros, tiempos de ingeniería social elevada a su máxima expresión. Nunca antes en la historia el hombre tuvo tantos medios técnicos para ejecutar experimentos sociales como hoy.

Es poco lo que se puede hacer contra eso, lo sabemos. Y lo sabemos precisamente por lo que dice Le Bon en ‘La psicología de las masas’, de donde se extrae este textual. Es poco lo que se puede hacer porque el comportamiento del grupo está determinado y el poder lo sabe.

Pero bueno, no por eso dejaremos de decirlo. Todos los que pudieron decir una palabra antes la dijeron más allá de sus capacidades en cambiar la realidad. Y aquí queda dicho otra vez.

Estos son tiempos oscuros. El enemigo nos conoce en profundidad.

La Batalla Cultural

27 Feb, 00:41


Cuando pensamos en el territorio argentino, pensamos en la plataforma continental y en nuestras Islas Malvinas como una expresión de deseo y una reivindicación, pero no vemos que la Argentina es mucho más grande que eso.

Y tampoco sabemos que casi la mitad de nuestro territorio soberano está ocupada por piratas. Eso es lo que nos explica el amigo patriota César Trejo, coordinador del Observatorio Malvinas de la Universidad Nacional de Lanús.

Nos están robando de lo lindo y les está saliendo gratis.

https://www.labatallacultural.org/revista-hegemonia/adelanto/14560/

La Batalla Cultural

21 Feb, 00:08


Mientras tanto, en el país real...

No, no afloja. Y sigue. ¿Por qué? Porque el poder existe y el plan económico también. La inflación no es un accidente, es un plan económico de transferencia regresiva de ingresos.

¿Y eso? ¿Transferencia regresiva de ingresos? Es lo más sencillo que hay, es la transferencia desde los de abajo hacia los de arriba, o la concentración de la riqueza en una palabra.

Esto pasa y este es el problema. Pasan otras cosas, es cierto, pero todo baila alrededor de la cuestión de pesos y centavos.

Lo único real e importante para nosotros los de abajo es esto, esto es lo que debe resolver la política en la actual interna.

No perdamos de vista que esta es la cuestión de hoy y siempre.

La Batalla Cultural

16 Feb, 18:50


“¡Cierren el pico o vuelve la derecha!”. Así lo quieren correr a Ud. los militantes del ajuste en contra propia. Lástima que a Minuto Uno (que es de C5N), se le escapó esta. Tienen que ir corriendo a exigirles que cierren el pico ya.

Señores, la derecha no existe. Lo único que hay son los de arriba y los de abajo, donde los primeros son muy poquitos y los últimos somos todos los demás, las inmensas mayorías populares.

Si Ud. está leyendo esto, es porque usa redes sociales. Si las usa, es porque no se dedica a multiplicar su fortuna y entonces Ud. pertenece a los de abajo.

Entonces nosotros le preguntamos: si Macri es la derecha (por lo que Alberto Fernández debería ser la izquierda, por lógica), ¿cuál es la diferencia entre la derecha y la izquierda?

No, no, es el mismo proyecto político con o sin Macri, no hay ninguna derecha. Es el proyecto político de los de arriba y no puede volver simplemente porque nunca se fue. Se está aplicando ahora mismo.

Y con la extorsión judicial traban a los que podrían decir una palabra en contra de esto. Es decir, los de abajo estamos sin representación en la política: todos los que hoy hablan representan a los de arriba.

Y eso es todo. Córtenla por favor con el “hay que darle tiempo”, el “segundo semestre” y el “si ganamos en octubre ahí sí el gobierno va a gobernar para el pueblo”. Nada de eso existe. El plan se está llevando a cabo según lo planificado.

La Batalla Cultural

16 Feb, 17:19


Los amigos de Página/12 tienen que aflojar un poco. Desde que vino el kirchnerismo con el análisis crítico de los medios ya nadie se come un “la crisis causó dos nuevas muertes”. Y en Página/12 deberían saberlo ya a esta altura.

La Batalla Cultural

16 Feb, 03:19


Tremendo titular. Los precios ya no aumentan, sino que los mueven.

Delicias de la semántica y del uso aplicado de la neolengua orwelliana.

“Si no estamos prevenidos frente a los medios de comunicación”, decía Malcolm X, “nos harán odiar al oprimido y amar al opresor”.

Buenas noches.

La Batalla Cultural

15 Feb, 21:11


Menem lo hizo. Eligió la hora de su muerte y murió para dejar al descubierto el triunfo cultural de su proyecto político en el largo plazo: el argentino individualista que intenta prevalecer sobre los demás es una realidad que está a la vista.

Para más detalles, véase luego la encuesta que hicimos en Twitter sobre el reinicio de las clases presenciales en el país. Vamos caminando a paso acelerado a una fragmentación inaudita, exactamente como estaba previsto en el Consenso de Washington del neoliberalismo.

https://www.labatallacultural.org/revista-hegemonia/adelanto/14510/

La Batalla Cultural

12 Feb, 18:01


Nada, nada de esto puede malir sal.

Cada día que pasa y te seguís resistiendo a mirar el pacto hegemónico que tenés delante de los ojos, ellos avanzan un pasito.

El pacto hegemónico es la obviedad ululante y no lo querés ver. ¿Y por qué no lo querés ver? Porque duele. Sabemos que duele, también a nosotros nos dolió.

Nos dolió, pero pensamos: “¿De qué nos sirve negar la realidad, si la realidad está e igual se impone?”.

No, no, de nada sirve. Y es más: es contraproducente. Cuando el pacto hegemónico esté estabilizado y la vaca esté bien atada, van a pasar dos cosas:

1º. Van a aplicar la totalidad del proyecto político del poder, que es la razón del pacto. La totalidad, ya sin eufemismos ni gradualismo. Toda para adentro de una.

2º. Va a culminar el “lawfare” con la detención de todos los posibles díscolos, de aquellos dirigentes que podrían querer retobarse, cosa que se hará justamente para garantizar la estabilidad del pacto.

Ningún proyecto político se aplica sin consenso. ¿Y sabés qué? Mientras te resistas en mirar y ver qué es lo que es, vas a participar en ese consenso.

Abrí el ojo, argentino, porque vienen por vos. El proyecto político del poder sos vos en el lugar del esclavo o dos metros bajo tierra.

La Batalla Cultural

09 Feb, 23:53


Mientras todo pasa, pasa esto. Como el que no quiere la cosa los medios van instalando la tendencia en la cultura.

Entendemos que el atento lector puede tener una tendencia liberal al leer esto y entonces puede argumentar que así es el capitalismo, que el empresario tiene el derecho a buscar la mayor rentabilidad, que tener empleados es un lío porque están los sindicatos, etc.

Pero el atento lector debe poner sus intereses por encima de la ideología, dejar un poco que el empresario —las corporaciones, en rigor, porque esto lo implementan las corporaciones y nos las pymes— se defienda solo. El atento lector debe defenderse a sí mismo frente a esto ahora.

¿Por qué? Porque esto es el anuncio de la extinción del atento lector, de la nuestra y prácticamente de todos los que hoy existimos en el mundo. Hay que defenderse.

“Ah, pero si no tienen empleados no pagan salarios y entonces nadie va a comprar lo que el capitalismo produce”, gritará la ideología liberal, ya muy perimida.

No, no es así. En realidad ellos ya no quieren vendernos más nada, sino todo lo contrario. Ellos ya vieron que los recursos de la Tierra no dan para seguir en este esquema de consumo masivo. A decir verdad, ellos quieren terminar con eso y limitar el consumo a unos pocos.

Esos robots que atienden son para atenderlos a ellos, que son muy poquitos. Y dejar sin medios de subsistencia a las mayorías es el método para descartarlas.

Descartarnos, para ser más precisos. No olvide nunca que las mayorías somos nosotros. Aunque alguien tenga hoy un buen ingreso y un buen pasar, al club de los ricos nunca va a entrar. Ellos son muy poquitos y no se van a poner a ponderar que “a este no, a este dejémoslo vivir porque es liberal y nos defendió ideológicamente”.

Los ricos no hacen eso, nos mandan al descarte a todos sin cuidado de cómo piense cada uno. Desde el punto de vista de ellos nosotros somos un solo opaco sujeto: la masa descartable.

Hay que defenderse porque vienen por nuestra cultura para normalizar su “nueva normalidad”.

La Batalla Cultural

09 Feb, 22:41


Transitamos hoy un momento decisivo para aquello que en octubre de 2019 se llamó la unidad para derrotar a Macri. Si el atento lector observa hoy desapasionadamente y con el ojo crítico todos los foros de comentarios donde los de a pie nos expresamos, verá que hay opiniones divididas de una forma que hasta aquí no había habido.

En algún foro donde hasta ayer nomás habían promovido la ciega obsecuencia resolvieron lanzar tres publicaciones críticas al hilo. Bueno, no exactamente críticas, sino expresiones de bronca típicas del que pierde la paciencia y patea el tablero inesperadamente.

¿Y qué pasó? Pues que una parte del público frecuente de ese espacio salió a liquidar al editor, algunos pegando directamente el portazo y “cancelando” al que hasta ese momento consideraban un amigo y un referente. Típico de la posmodernidad: te quiero en tanto y en cuanto decís lo que quiero escuchar, mi fe. Si manifestás dudas, te cancelo.

Otra parte, no obstante, acordó con la expresión del editor. Y allí se vio la profundidad del problema. La unidad de octubre del 2019, a esta altura y en la práctica, es una entelequia.

El por qué algunos perdieron la fe y otros la siguen teniendo es un tema de nivel de conciencia de la realidad, que es desparejo. Algunos llegan a comprender una situación más rápido, incluso mucho antes del desenlace; otros, en cambio, no la perciben sino cuando ya es muy tarde, o cuando las consecuencias del proceso ya están todas a la vista y son irreversibles.

La conciencia de la realidad es despareja porque no todos tenemos la misma forma de mirar la realidad. Algunos escuchan los discursos, se guían por lo que se dice, mientras que otros se fijan más en los actos concretos. Y como lo que se dice muchas veces no concuerda con lo que se hace efectivamente, se da el nivel desigual de conciencia que finalmente conduce al enfrentamiento entre los que habían estado unidos alrededor de una causa.

Desde el punto de vista del individuo, la única forma de elevar el nivel de conciencia propio es abriendo el ojo para mirar lo que es. En otras palabras, comprender que el discurso va por un lado y los actos van por el otro, dando la respectiva prioridad a estos últimos.

¿Por qué la prioridad tiene que estar en los actos? Porque nadie miente con el cuerpo. El hombre a veces miente en lo que dice, pero siempre dice la verdad con lo que hace.

Si observamos los actos entenderemos toda la política, que no es una cosa misteriosa ni mucho menos. Todo está a la vista y solo es cuestión de saber mirar lo que es, más lo que se hace y menos lo que se dice.

Al mirar esta o cualquier coyuntura de esa forma es imposible equivocarse. Está todo claro, siempre lo estuvo.

La Batalla Cultural

05 Feb, 16:16


Existe una creencia, irracional a todas luces, que es un remanente de la debacle del 2015. Parecería ser una enfermedad crónica del campo político de los pueblos en todo tiempo y lugar. Esa enfermedad es la endogamia.

Y es progresiva. A medida que se va consolidando un campo popular en la política, la endogamia va avanzando. Los que antes habían tenido contacto con el mundo entero, al ser absorbidos por la endogamia del campo se desconectan de todo aquel que no forme parte del grupo y empieza comunicarse solo dentro del microclima.

Se recibe todo el mensaje desde el microclima y se vuelcan todas las opiniones en el mismo lugar. El sujeto absorbido por la endogamia se separa de la sociedad a su alrededor y se refugia de dicha sociedad en la parcialidad.

Eso fue lo que nos pasó en el 2015. Para ese año, ya nos hablábamos solo entre nosotros, hacíamos cumpleaños solo para los nuestros, toda la vida social era dentro del microclima y hasta nos casábamos entre nosotros. Los de afuera no pensaban como nosotros y eran el enemigo, había que ignorarlos.

El problema de eso es que los de afuera siempre son más por la simple razón de que el todo es más que la parte. Así es cómo se pierden elecciones.

Ahora la endogamia está agitada porque algunos de los que la endogamia consideraba propios empezamos a expresar insatisfacción. Al ponerse nerviosa, la endogamia se anticipa a la derrota inevitable y señala a los díscolos como futuros responsables de ella.

En una palabra, el campo del poder y de la oligarquía va a ganar las elecciones porque algunos de este lado expresamos insatisfacción, no porque el gobierno es malo y no cumple su programa político. El gobierno que la endogamia sostiene gobierna contra el pueblo y el pueblo lo va a castigar, pero la responsabilidad de eso la tenemos los que exigimos que el gobierno pare de gobernar contra el pueblo.

No importa lo que nosotros digamos o dejemos de decir, la endogamia también funciona al revés. Como nosotros ya nos separamos de la sociedad y establecimos una comunicación interna, la sociedad tampoco nos registra. Podemos decir lo que queramos y no vamos a mover la aguja de la opinión general fuera de nuestro microclima.

El gobierno gana o pierde las elecciones solo, depende únicamente de sí mismo. Si hace las cosas bien, gana. Y pierde si las hace mal.

Las está haciendo mal y así las va a perder. Quédense tranquilos los endogámicos que los díscolos no movemos la aguja para afuera, lo único que queremos es que el gobierno haga bien las cosas para ganar.

Los endogámicos son la derrota, porque piensan que si callamos ante la mala gestión nadie se va a dar cuenta de que hay una mala gestión. Ese es el famoso pensamiento mágico y endogámico: es genéticamente defectuoso.