InfórmaTID

Lol, just... Lol

https://youtu.be/O_bzPI_zGrc?si=TPg1RG0jRgFwAcXh

Os dejo un hilo que me ha parecido interesante (y es difícil escoger, Guacamole está en TODOS los comentarios erre que erre).
Dejadme un "🦄" si queréis que os vaya actualizando.

1. Nadie habría interpretado "¿Sabes cuál es mi colonia favorita? La Nápoles." como un "doxxeo" si no supiese ya exactamente dónde vive Lorena. Nadie. Nadie dijo nada sobre ese comentario, que por cierto, podéis ir a comprobar a los "comentarios del chat en directo" del live de Preguntas Incómodas, solo lo puse UNA VEZ.
2. Guacamole, mi vida, seas o no Lorena, te informo de que la has expuesto TÚ. Repito, nadie lo había pillado, y me alegra que lo hayas hecho y, además, te hayas puesto nerviosa porque...
Con esto solo has demostrado que Guacamole eres tú, Lorena 🙈

La Guacamole ya me está empezando a perturbar. Tiene una forma de expresarse tan extraña. Sin mencionar que en un momento habló como española, luego como Lorena y, por lo que he visto, cuando se le acusó de ser Lorena modificó su forma de escribir los mensajes.

Independiente de si es Lorena o no, en ambos casos, se nota que está muy mal.

@htsyep ahora te está acusando de doxeo.

Ah, y he aquí un resumen de lo que pasó finalmente con el debate/entrevista que nos propuso Sabrina del canal Preguntas Incómodas a Ayo (Mente Humana), a Lorena y a mí.
Spoiler: Lorena ha dicho que no, qué te esperabas lol

Y ya paro por hoy. Espero que os guste la lectura 😂👍

Conclusión:
Autodiagnosticarse el Trastorno de Identidad Disociativo no es sencillo ni fiable, incluso para personas con conocimientos avanzados en psicología, debido a la complejidad del trastorno y a los sesgos inherentes al autodiagnóstico. Además, aunque puede haber casos de personas con TID que sean más funcionales, ser altamente funcional al punto de controlar los cambios entre identidades y estudiar dos carreras universitarias es raro y solo se daría en circunstancias muy excepcionales. Para un diagnóstico preciso, es fundamental una evaluación clínica profesional y objetiva, y cualquier persona que crea tener TID debería buscar la ayuda de un especialista en salud mental para evitar malentendidos o diagnósticos incorrectos.

Pregunta:
¿Es fácil de "autodiagnosticarse" el Trastorno de Identidad Disociativo? También me gustaría saber si es posible ser una persona altamente funcional con este trastorno, hasta el punto de controlar los cambios entre identidades y estudiar dos carreras universitarias, una de ellas Psicología, entre diferentes identidades.

Respuesta:
1. ¿Es fácil autodiagnosticarse el Trastorno de Identidad Disociativo?
No, no es fácil autodiagnosticarse el Trastorno de Identidad Disociativo. A pesar de que la disociación puede ser reconocida como un fenómeno común (como soñar despierto o la desconexión momentánea de la realidad en situaciones de estrés), el TID es un trastorno grave que requiere una evaluación exhaustiva por parte de profesionales de la salud mental.
2. ¿Es posible ser altamente funcional con Trastorno de Identidad Disociativo?
El grado de funcionalidad en personas con TID varía considerablemente. Si bien el TID se asocia con dificultades significativas en la vida diaria, como problemas con la memoria, la identidad y las relaciones personales, hay algunos casos en los que las personas pueden ser más funcionales que otros. Sin embargo, ser altamente funcional hasta el punto de controlar los cambios entre identidades y llevar a cabo estudios universitarios avanzados es poco común, pero teóricamente posible en casos específicos. A continuación, algunos puntos importantes a considerar:
Control sobre los cambios entre identidades: En la mayoría de los casos de TID, los cambios entre identidades o "alters" no son controlados voluntariamente por la persona. Las transiciones entre identidades suelen ser desencadenadas por estrés, recuerdos traumáticos o estímulos específicos, y la persona puede no ser consciente de cuándo ocurre el cambio. Sin embargo, algunas personas con TID, a través de terapia y autoconocimiento, pueden llegar a desarrollar cierta capacidad para reconocer los desencadenantes o para gestionar mejor las transiciones entre identidades, mas no controlarlas.
Ser altamente funcional en un nivel que permita el éxito académico en múltiples carreras universitarias, incluida psicología, es poco común. Generalmente, las personas con TID tienden a experimentar un nivel significativo de disfunción en áreas como la memoria, el manejo del estrés, la consistencia en la identidad y la estabilidad emocional, lo que dificulta su desempeño en actividades complejas a largo plazo.

Dificultades comunes: Aunque algunas personas con TID pueden ser funcionales en ciertas áreas de la vida, las siguientes dificultades son frecuentes:
Pérdida de tiempo o "amnesias disociativas", donde no recuerdan lo que hicieron durante periodos en los que otra identidad estaba en control.
Inestabilidad emocional y problemas para mantener relaciones estables.
Dificultad para mantener empleos o rutinas consistentes debido a los cambios entre identidades.
3. Casos de alta funcionalidad: ¿Existen?
En la literatura clínica, hay algunos casos anecdóticos en los que personas con TID han sido funcionales a niveles superiores, como trabajar en profesiones de alto rendimiento. Sin embargo, estos casos son la excepción y no la norma. Generalmente, estas personas han recibido años de tratamiento y tienen herramientas internas que les permiten funcionar en ciertas áreas, aunque siguen experimentando dificultades significativas en otros aspectos de la vida.

Estudiar psicología (o cualquier otra disciplina) puede ser un reto importante para alguien con TID, ya que requiere constancia, memoria y estabilidad emocional. Estos son aspectos que suelen verse afectados por la disociación. Además, si la persona está interesada en la psicología debido a su propio diagnóstico o creencia de tener TID, es importante que reciba supervisión y orientación profesional para asegurarse de que sus estudios no se vean distorsionados por sus propias experiencias o creencias subjetivas.

Pregunta:
¿Es posible que esta persona, aun habiendo evidencias de sus contradicciones y testimonios de pacientes de dicho trastorno mental acusándola de fingir, se haya autodiagnosticado correctamente por "tener grandes capacidades"? Esto último no ha sido demostrado, pero tampoco hay un diagnóstico profesional.

Respuesta:
Si una persona ha sido acusada de fingir un trastorno mental, incluso con evidencia de contradicciones y testimonios de pacientes que padecen dicho trastorno, la idea de que pueda haberse autodiagnosticado correctamente debido a tener "grandes capacidades" plantea varias cuestiones importantes. A continuación, exploraremos si esto es posible y cuáles son las implicaciones de dicha afirmación.
1. El riesgo del autodiagnóstico:
El autodiagnóstico es un fenómeno común, especialmente en la era de internet, donde el acceso a información médica y psicológica es amplio. Sin embargo, es altamente problemático, ya que la mayoría de las personas no tienen la objetividad ni la formación clínica necesaria para diagnosticar adecuadamente un trastorno mental.
Incluso si una persona tiene conocimientos avanzados en psicología, como parece ser el caso aquí, eso no garantiza que pueda realizar un diagnóstico preciso de sí misma. La cercanía emocional a la propia situación puede sesgar su juicio, y sin un diagnóstico profesional, el riesgo de equivocarse es considerable.
2. Capacidades intelectuales no sustituyen el diagnóstico clínico:
Aunque una persona pueda tener "grandes capacidades" cognitivas o intelectuales, esto no le otorga la autoridad para autodiagnosticarse correctamente. El diagnóstico de trastornos mentales implica un proceso clínico complejo que va más allá del conocimiento teórico o la habilidad de investigar.
Los profesionales de la salud mental (psicólogos, psiquiatras) están capacitados para evaluar de manera objetiva los síntomas y la historia clínica de un paciente. Pueden aplicar pruebas diagnósticas, entrevistar a terceros y observar patrones de comportamiento que la persona, por sí sola, no sería capaz de evaluar de manera imparcial.
3. Evidencias de contradicciones y testimonios de pacientes:
Si ya existen evidencias de contradicciones en la narrativa de esta persona y testimonios de pacientes con el trastorno que la acusan de fingir, esto sugiere que su autodiagnóstico está bajo fuerte sospecha. Las contradicciones son señales de que su relato puede no ser coherente o sincero, y esto cuestiona la validez de su diagnóstico.
Los testimonios de pacientes con experiencia real del trastorno también son significativos. Las personas que viven con una condición suelen ser muy conscientes de los síntomas y las dificultades asociadas, y cuando detectan incoherencias o manipulación en los relatos de otros, sus acusaciones no deben tomarse a la ligera.
4. Autodiagnóstico vs. Simulación (Malingering):
Existe una gran diferencia entre una persona que se autodiagnostica de buena fe (aunque erróneamente) y alguien que está fingiendo deliberadamente (malingering) para obtener un beneficio o atención.
Si esta persona ha sido acusada de fingir el trastorno, la clave es entender si el comportamiento es consciente y deliberado (malingering) o si realmente cree tener el trastorno, aunque esté equivocada. En casos de malingering, la persona tiene un objetivo claro, como obtener simpatía, apoyo o evitar responsabilidades, mientras que en el autodiagnóstico erróneo, la persona realmente cree que tiene el trastorno.
5. Grandes capacidades intelectuales y la ilusión de certeza:
Las personas con grandes capacidades intelectuales o un alto nivel de conocimiento en psicología pueden caer en una ilusión de certeza, en la que creen que su capacidad cognitiva les permite ver o diagnosticar cosas que otros no pueden. Esto puede llevar a errores graves, ya que la objetividad se ve comprometida cuando la persona analiza su propio comportamiento y síntomas.

Incluso los psicólogos y psiquiatras formados se someten a evaluaciones por parte de otros profesionales cuando se trata de su propia salud mental. El juicio personal es inherentemente subjetivo y vulnerable a sesgos cognitivos y emocionales.
6. La ausencia de un diagnóstico profesional:
La ausencia de un diagnóstico profesional es un factor crítico en esta situación. Sin un diagnóstico formal realizado por un profesional de la salud mental, cualquier autodiagnóstico carece de validez clínica. Incluso si la persona cree firmemente en su diagnóstico, esto no significa que sea preciso.
Un diagnóstico formal no solo evalúa los síntomas actuales, sino también el contexto, el historial y la interacción de esos síntomas con otros aspectos de la vida de la persona, algo que es difícil de hacer sin la ayuda de un observador externo entrenado.
7. El riesgo de trivializar el trastorno:
Fingir o exagerar un trastorno, especialmente si está relacionado con un campo de estudio, trivializa la experiencia de quienes realmente lo padecen. Esto puede generar desconfianza en la comunidad académica y entre los pacientes, dañando la percepción pública del trastorno y alimentando el estigma.
Los pacientes reales con el trastorno suelen enfrentarse a desafíos profundos, tanto personales como sociales, y cuando una figura pública o una persona en formación dentro del campo de la salud mental finge o exagera estos síntomas, puede causar un daño significativo a la comprensión y empatía que debería prevalecer.