Una Pareja con Proposito

Si no tratas a tu pareja con amor, con detalles de cariño, ni le muestras tu alegría de vivir juntos, ... debes saber que poco a poco ella o él te dejará de amar.
Y hará su duelo durmiendo contigo cada noche, hará su duelo con cada indiferencia.
tú quizás no eres infiel, quizás no golpeas, quizás no insultas.
Solo eres indiferente , grosero (a) y descuidaste al amor de tu vida. Y casi siempre... lo que no se cuida se pierde....

Recuérdalo, no vuelves a encontrar por segunda vez una buena persona en tu vida

Frank y Osmaglys

La Biblia dice que el hombre es la cabeza de la mujer, pero también dice que la mujer es la Corona del hombre, así que si bien el rol del hombre es liderar, este se nota que lo hace de manera correcta si tiene a su lado una mujer virtuosa que el cuida, ama y proteje pues sabe que ella lo hará ser cada vez más estable, enfocado y seguro, y causa de eso poder avanzar, y le agradece y ama por eso.
Una buena mujer es el máximo regalo de Dios para el hombre
👑👸🏻❤️

El segundo puesto gana

El egoísmo es parte de nuestra naturaleza. Queremos que las cosas se hagan a nuestra manera y no nos preocupa cómo los otros se puedan sentir.

Por un tiempo nuestro egoísmo nos traerá satisfacción, pero la gratificación generalmente dura poco tiempo y sus consecuencias son a largo plazo. El egoísmo nos aleja de los otros y deteriora nuestras mejores relaciones.

Con la ayuda de Dios podemos dominar nuestra naturaleza egoísta. Servir es uno de los mejores antídotos para el egoísmo y tu matrimonio es el ambiente ideal para ponerlo en práctica. Servir prioritariamente a tu cónyuge con amor, gozo y creatividad le comunica que él o an ella que es más importante para ti que aún tu propia persona. El amor expresado a través del servicio fortalece sin lugar a duda tu matrimonio.

La biblia nos dice “No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás.”
Filipenses 2:3-4

Este día:
Oren al Padre porque les ayude a dominar su naturaleza egoísta y que puedan poner las necesidades de su cónyuge por encima de las tuyas.

https://youtu.be/dYVkKISTr-0?si=KBwBNfFgsPiQ5oVR

Hoy celebro la vida de mi compañera de vida la mujer que amo, hoy elevó una oración al Altísimo para que continúe bendiciendo tu vida y siempre te entregue esa sabiduría y amor por El que demuestras cada día con tus acciones, te amo amor, Feliz Cumpleaños.

El Amor y la Colaboración en el Matrimonio

"Cuando un esposo ayuda a su esposa en el hogar, no es porque ella lo domina, es porque el matrimonio es un equipo, no una carga"

Una verdad fundamental sobre la dinámica de pareja: la colaboración y el amor como pilares del éxito. La idea de "equipo" va más allá de la simple división de tareas, implícita en la palabra "ayuda". Se trata de un compromiso mutuo, donde ambos miembros se esfuerzan por construir un hogar armonioso y feliz.

A menudo, la imagen tradicional del matrimonio ha presentado al hombre como el proveedor y la mujer como la encargada del hogar. Esta visión, aunque puede tener raíces en la historia, no refleja la realidad de las relaciones contemporáneas. Las mujeres trabajan fuera del hogar, comparten responsabilidades económicas y buscan una igualdad en el reparto de tareas domésticas. En este contexto, la "ayuda" del esposo se convierte en una necesidad, no en un favor.

El amor y el respeto mutuo son la base de la colaboración en el matrimonio. Un esposo que ayuda a su esposa en el hogar no lo hace por obligación o miedo a la "dominación", sino por amor y comprensión de las necesidades de su pareja. Reconoce que el hogar es un espacio compartido, donde ambos miembros contribuyen a la construcción de un ambiente agradable y funcional.

La importancia de la perspectiva del "equipo". Un matrimonio no es una carga que uno lleva solo, sino un proyecto conjunto que requiere la participación activa de ambos miembros. Cuando ambos se esfuerzan por construir un hogar armonioso, la satisfacción y la felicidad se multiplican.

La colaboración en el hogar no se limita a las tareas domésticas. También implica la toma de decisiones conjuntas, la comunicación abierta y la búsqueda de soluciones en conjunto. La unión y el respeto mutuo son los cimientos de un matrimonio sólido y feliz.

La diferencia en el nivel de crecimiento espiritual es algo que muchas parejas experimentan. Aunque ambos compartan una misma fe, puede suceder que uno de los dos esté más avanzado en su camino espiritual mientras que el otro aún se encuentra en etapas iniciales de comprensión y práctica. Para superar esta barrera, es importante que ambos se apoyen mutuamente y busquen actividades que fomenten su unión espiritual.
Una buena práctica es establecer un momento diario para la oración conjunta. Este tiempo puede ser breve, pero debería ser constante, de manera que ambos tengan espacio para compartir sus preocupaciones, gratitudes y esperanzas. Al finalizar, cada uno puede expresar de forma sincera aquello que siente y por lo que ha orado. De esta forma, se promueve una conexión más profunda y una comprensión mutua sobre sus necesidades y deseos espirituales.

Les invitamos a ver en YouTube nuestro más reciente video, que estamos seguros bendecirán sus vidas de pareja.

https://youtu.be/dYVkKISTr-0?si=w9fKMgApSnTF0jan

La vida matrimonial se construye día a día en la suma de pequeños gestos y en la voluntad de compartir, no solo momentos felices, sino también las responsabilidades que conlleva la vida en común.

La idea de que el matrimonio es un equipo y no una carga resalta la importancia de la compenetración y del esfuerzo conjunto para alcanzar un equilibrio en el hogar. Cuando un esposo ayuda en las tareas domésticas, no lo hace porque sea dominado o por simple obligación, sino porque reconoce el valor de la cooperación y el apoyo mutuo. Este gesto no solo aligera la carga, sino que fortalece la relación y crea un ambiente de respeto y empatía.

El apoyo en las tareas del hogar simboliza una disposición genuina de ambos a contribuir y a hacer del espacio que comparten un lugar armonioso y funcional. Cuando ambos cónyuges participan activamente, aprenden a valorar las responsabilidades del otro y a reconocer el esfuerzo que cada uno aporta. Además, al compartir las tareas, se fortalecen los lazos de complicidad, lo cual permite una relación más sólida y equitativa. Esta colaboración también tiene un efecto positivo en la comunicación, pues cada uno se siente valorado y comprendido, y eso refuerza la idea de que el matrimonio es un compromiso mutuo.

La ayuda mutua en el hogar es una manifestación del amor y del respeto que existe en la pareja. Es un recordatorio de que ambos son parte de un mismo equipo y que, juntos, pueden crear un entorno de bienestar y de crecimiento. Al cultivar esta compenetración, los esposos no solo mejoran la dinámica diaria, sino que también construyen una relación basada en el apoyo y en el reconocimiento mutuo, permitiendo que cada uno crezca y se sienta pleno dentro de la relación.
Frank y Osmaglys

El amor es amable
Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos
unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo.
Efesios 4:32
La amabilidad es el amor en acción. Si la paciencia es la manera en que el
amor reacciona
para reducir al
mínimo una circunstancia negativa, la
amabilidad es
la manera en que el amor
actúa para aumentar al máximo
una circunstancia positiva. La paciencia evita un problema; la amabilidad crea una bendición. Una es preventiva, la otra es dinámica. Estas dos caras del
amor son las piedras angulares sobre las cuales se construyen los demás
atributos que trataremos.
El amor te hace amable. Y la amabilidad te hace agradable. Cuando eres
amable, las personas quieren
estar cerca de ti. Perciben que eres bueno con
ellas y que les haces bien.
La Biblia declara: "La misericordia y la verdad nunca se aparten deti; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón. Así hallarás favor y buena estimación ante los ojos de Dios y de los hombres" (Proverbios 3:3-4). "Amabilidad" puede parecer un término genérico para definir, y más aún para poner en práctica.
Así que separaremos la amabilidad en cuatro ingredientes esenciales:
Dulzura: Cuando obras con amabilidad, tienes cuidado de cómo
tratas a tu cónyuge y jamás eres demasiado severo. Eres sensible y tierno. Aún si es necesario decir algo difícil, harás lo imposible par que tu reprimenda o desafío logren ser tan fáciles de escuchar como sea posible. Dices la verdad con amor.
Servicio: Ser amable significa que cubres las necesidades del
momento. Si se trata de tareas domésticas, te pones a trabajar. ¿Hace
falta un oído dispuesto? Lo proporcionas. La amabilidad adorna a la esposa con la capacidad de servir a su esposo sin preocuparse por los derechos propios. La amabilidad hace que un esposo tenga curiosidad de descubrir lo que su esposa necesita, y lo motiva a ser el que dé un paso al frente y se asegure de que esas necesidades se satisfagan... aún si las propias quedan en espera.
Buena disposición: La amabilidad te inspira a estar dispuesto. En lugar de
ser obstinado, reacio o terco, cooperas y te mantienes flexible. En vez de quejarte y poner excusas, buscas razones para llegar a un acuerdo y adaptarte. Un esposo amable termina miles de posibles discusiones con su disposición de escuchar antes de exigir que se haga lo que quiere.
Iniciativa: La amabilidad piensa de antemano y luego da el primer paso. No
se sienta a esperar que la impulsen u obliguen a salir del sofá. El esposo o la esposa amable será el que salude primero, el que sonría primero, el que sirva primero y perdone primero. No necesita que el otro haga las cosas bien para demostrar amor.
Cuando obras desde la amabilidad, ves la necesidad y das el primer paso.
Jesús describió de manera creativa la amabilidad del amor en la parábola del buen samaritano, que se encuentra en la Biblia, en el capítulo 10 de Lucas. A un hombre judío lo atacan unos ladrones y lo dejan moribundo en un camino apartado. Dos líderes religiosos, respetados entre su gente, pasan y deciden no detenerse. Estaban demasiado ocupados. Eran demasiado importantes. Les gustaba demasiado tener las manos limpias. Sin embargo, un hombre común de otra raza (de los odiados samaritanos, cuyo desprecio por los judíos era tanto amargo como mutuo) vio a este extraño necesitado y se conmovió con compasión.
Cruzó todas las barreras culturales y se arriesgó a hacer el ridículo, pero se detuvo a ayudar al hombre. Vendó sus heridas, lo colocó sobre su propio burro, lo llevó a
un lugar seguro y pagó todos los gastos médicos de su propio bolsillo.
En donde años de racismo habían causado conflictos y división, un acto de amabilidad unió a dos enemigos. Con dulzura. Por medio del servicio. Con buena disposición. Este hombre tomó la iniciativa y demostró la verdadera amabilidad en todas sus formas.

¿Acaso al principio no fue la amabilidad algo clave que los unió a ti y a tu cónyuge? Cuando te casaste, ¿no esperabas disfrutar de su amabilidad durante el resto de tu vida? ¿Acaso tu pareja no sentía lo mismo con respecto a ti?
Aunque los años pueden mitigar ese deseo, tu placer en el matrimonio sigue estando ligado al nivel diario de amabilidad expresada.
La Biblia describe a una mujer cuyo esposo e hijos la bendicen y la alaban.
Entre sus atributos nobles se encuentran: "Abre su boca con sabiduría, y hay
enseñanza de bondad en
su lengua" (Proverbios 31:26). ¿En qué lugar del medidor
de amabilidad te colocaría tu cónyuge? ¿Cuán severo eres? ¿Cuán dulce y servicial?
¿Esperas que te pidan las cosas o tomas la iniciativa para ayudar?
Es difícil demostrar amor cuando tienes poco o nada de motivación. Sin embargo, el amor en esencia no se fundamenta en los sentimientos; sino que toma la determinación de manifestar amabilidad aún cuando parezca no haber recompensa. Nunca aprenderás a amar hasta que aprendas a ser amable.

Compartimos con ustedes este recurso esperamos sea de bendición y edificación para sus vidas, les abrazamos
Frank y Osmaglys

LA FALTA DE PERDON Y QUERER VIVIR EN EL PASADO, ES NUESTRO PROBLEMA MÁS GRANDE.
Queremos contarte.
Dios empieza trabajando en nosotros.
Debemos trabajar en nuestra propia transformación y restauración personal.

Debemos depositar a nuestro conyuge en manos de Dios y así empezar a trabajar en librarnos de la amargura, rencor, odio, resentimiento, tristeza y falta de perdón, que vienen a ser raíces de amargura, trayendo consigo enfermedades físicas.

Ya que la falta de perdón provoca daño en nuestra comunión y relación con Dios.

CONSEJO
Dejar que Dios sane nuestros corazones es nuestro primer paso.
Ya que ese cambio en tú vida será usado como testimonio.

📖 Mateo 6:14-15.
14 »Porque si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, su Padre que está en el cielo los perdonará también a ustedes; 15 pero si no perdonan a otros, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus pecados.

🤔 RECUERDA:
La obediencia trae bendición.
Y cuántas veces debemos perdonar?
📖 Mateo 18:21-22
21 Entonces acercándose Pedro, preguntó a Jesús: «Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo?»
¿Hasta siete veces?».
22 Jesús le contestó: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.»
La falta de perdón nos trae mal y empeora la herida de la ofensa inicial y entorpece nuestras oraciones.

🔐🔑 ESTO ES CLAVE
📖 Marcos 11:25-26
25 Y cuando estén orando, perdonen si tienen algo contra alguien, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus transgresiones.

Frank y Osmaglys

¿Cuándo fue la última vez que te peleaste con tu cónyuge? ¿Cuáles fueron las respectivas causas? ¿Qué querías conseguir con eso? ¿Valió la pena pelearte?

Preguntas como éstas son las que debemos hacernos constantemente para considerar si estamos reaccionando de una manera apropiada o no.

Quizás no todas las parejas se pelean físicamente, pero sí, muchas de ellas se hieren a menudo a través de palabras, gestos y actitudes.
Las peleas entre esposos, se deben comúnmente:

• A la multitud de las diferencias que existen entre ambos.
• A pequeños malentendidos no resueltos.
• Porque uno de los cónyuges faltó a su palabra.
• Porque uno de ellos no está dispuesto a asumir su responsabilidad.
• etc.

Cualquiera que sea la razón, no es motivo para pagar mal por mal, ponerse a la defensiva o tomar como enemigo a la otra persona. Si analizamos detenidamente las Escrituras vemos que, tres de los grandes enemigos que tenemos los creyentes son: el mundo, Satanás y la carne o nuestra vieja naturaleza. Si ignoramos esta realidad bíblica, estaremos peleando la batalla equivocada.

Siempre que estés atravesando circunstancias adversas en tu matrimonio, asegurate que estás peleando contra tu egoísmo, irresponsabilidad, mal carácter, concupiscencias, etc. Recuerda: tu cónyuge no es tu enemigo, sino tu aliado, en esta lucha contra el mal.

Construyendo un Matrimonio Sólido
Texto Bíblico: "Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre." Mateo 19:6
El matrimonio es una unión sagrada, una promesa delante de Dios de caminar juntos en amor, respeto y compromiso. Sin embargo, con el paso del tiempo, las dificultades pueden amenazar esta unión. Para construir un matrimonio sólido que perdure en el tiempo, es esencial fortalecer algunos pilares fundamentales: la comunicación, la confianza, el respeto mutuo y la presencia de Dios en el hogar.
1 Comunicación Abierta: La base de una relación sólida es la comunicación sincera y abierta. Cuando ambos cónyuges se escuchan sin juzgar y expresan sus sentimientos con amor, las pequeñas diferencias pueden ser resueltas antes de convertirse en grandes problemas. Efesios 4:29 nos recuerda que nuestras palabras deben edificar y no destruir: "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes."
2 Confianza Mutua: La confianza es un elemento esencial en cualquier relación duradera. Sin confianza, es imposible crecer juntos. La honestidad y la transparencia en todas las áreas, incluso en temas difíciles como las finanzas, fortalecen el lazo entre los cónyuges. Proverbios 31:11 dice: "El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias." Cuando ambos confían plenamente en el otro, experimentan una profunda paz y estabilidad.
3 Respeto y Admiración: El respeto mutuo implica valorar las cualidades del otro y honrar sus diferencias. Un matrimonio florece cuando los esposos se admiran y respetan mutuamente, tanto en lo grande como en lo pequeño. En 1 Corintios 13:4-5 se describe el amor verdadero como paciente y bondadoso, sin egoísmo ni orgullo.
4 Dios en el Centro: Un matrimonio sólido necesita que Dios sea el centro de la relación. Cuando ambos cónyuges buscan a Dios individualmente y como pareja, la unión se fortalece espiritualmente. Orar juntos, leer la Palabra y apoyarse en la fe brinda la guía y el apoyo necesarios en los momentos difíciles. Eclesiastés 4:12 dice: "Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto." Cuando Dios es ese tercer cordón, el matrimonio es más fuerte y resistente.

Frank y Osmaglys

Señor, te damos gracias por el regalo del matrimonio, por la oportunidad de compartir nuestras vidas con la persona que has puesto a nuestro lado. Ayúdanos a cultivar una relación basada en la comunicación, la confianza y el respeto.

Que nunca olvidemos buscarte en cada decisión, en cada reto, y en cada momento de alegría. Te pedimos que seas el centro de nuestra unión, guiándonos y fortaleciéndonos en los tiempos difíciles.

Renueva nuestro amor cada día y que nuestra relación sea un testimonio vivo de tu gracia y poder.
En el nombre de Jesús, amén.

Tu esposa no es solo tu compañera de vida, es el regalo que Dios ha puesto a tu lado para caminar juntos en cada etapa. Ella es tu mejor amiga, aquella con quien compartes alegrías, tristezas y los momentos cotidianos que forjan el día a día. En su compañía, encuentras refugio y fortaleza, y en su amor, la chispa que mantiene viva la relación. No solo es la madre de tus hijos, una tarea de por sí noble y sacrificada, sino también la persona con quien Dios te ha llamado a formar una unión sagrada.

Es fácil, con el paso del tiempo, dar por sentado el amor de tu esposa. Sin embargo, la Biblia nos recuerda la importancia de disfrutar y valorar a la esposa de nuestra juventud: "Goza de la vida con la mujer que amas todos los días de tu vida fugaz" (Eclesiastés 9:9). Este versículo nos invita a deleitarnos en la relación, a mantener la cercanía emocional y a cultivar la amistad y la intimidad que Dios diseñó para el matrimonio.

Aprecia cada momento con tu esposa, desde las conversaciones más simples hasta los instantes más profundos de conexión. Permite que el amor crezca, no solo como padres, sino también como compañeros de vida, amigos y amantes en el viaje que Dios ha trazado para ambos.
Frank y Osmaglys

OJO AL DATO 👀
La inseguridad en una relación de pareja puede dar lugar a comportamientos controladores.
En un intento por evitar el abandono o la infidelidad, la persona insegura puede intentar controlar a su pareja, limitando su independencia y su capacidad de tomar decisiones.
Este tipo de comportamiento puede causar resentimiento y frustración, alejando emocionalmente a la pareja en lugar de fortalecer la conexión.

Frank y Osmaglys

Permanecer enojados el uno con el otro por ofensas pequeñas o grandes, es muy peligroso. A menos que se resuelvan prontamente, aun los problemas más pequeños se arraigan en la mente como convicciones y actitudes que afectarán adversamente toda su filosofía de la vida. Por eso Dios nos pide que eliminemos todo enojo antes de retirarnos a dormir.

Sean lo suficientemente nobles para perdonar y decir con sinceridad: "Perdóname". Después de todo, nadie es perfecto. Reconozcan el error cuando lo cometan. Además, reconciliarse es una experiencia muy agradable, y tiene un poder extraordinario para mantener la unión matrimonial. ¡Dios lo sugiere! Y es así como le ganamos la batalla aquel que vino a mentir y a destruir.

“Nunca se acuesten a dormir enojados” "No se ponga el sol sobre vuestro enojo"
Efesios 4:26
"Confesaos vuestras ofensas unos a otros" Santiago 5:16
"Olvidando ciertamente lo que queda atrás" Filipenses 3:13
"Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo"
Efesios 4:32

Frank y Osmaglys
Una Pareja con Propósito

Una pregunta común que surge en las conversaciones sobre relaciones de pareja es: ¿Cuál es el mayor obstáculo que enfrentan las parejas en la actualidad?
Si bien las respuestas pueden variar, muchos coinciden en que la falta de comunicación efectiva es uno de los principales problemas que afecta el bienestar de los matrimonios. La falta de claridad y apertura en la comunicación puede generar malentendidos, resentimientos y distanciamiento emocional.
Entonces, ¿cómo pueden las parejas superar este desafío?

La Clave para combatir esa situación
La clave está en cultivar una comunicación honesta, empática y regular. Esto implica no solo hablar, sino también aprender a escuchar. Santiago 1:19 nos recuerda: “Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”. Las parejas deben dedicar tiempo intencional para hablar de sus sentimientos, preocupaciones y expectativas, sin prisa y con el corazón abierto. Al hacerlo, estarán construyendo una base sólida de confianza que les permitirá enfrentar cualquier otro obstáculo que se presente en su camino.

Además, aprender a expresarse de manera amorosa y respetuosa, aún en momentos de desacuerdo, fortalecerá la relación y evitará que los pequeños problemas se conviertan en grandes conflictos.

Frank y Osmaglys
Una Pareja con Propósito

🎯 Cinco cosas que debes evitar en relaciones con el sexo opuesto si eres alguien casado(a):

1. No pasar tiempo a solas con alguien del sexo opuesto en el trabajo, auto, restaurante, etc. Si hay alguna excepción, tu cónyuge debe estar en conocimiento y de acuerdo con anterioridad.

2. La privacidad absoluta no debe existir en las conversaciones con el sexo opuesto a través de correos, mensajes de texto o llamadas.

3. No coquetear. El coqueteo inocente no existe.

4. Ser cuidadoso en cuanto a tocar o abrazar a otras personas del sexo opuesto.

5. No discutir asuntos personales (especialmente sobre tu relación con tu cónyuge) con alguien del sexo opuesto. Si necesitas derramar tu corazón con alguien diferente a tu cónyuge, busca con hermano o hermana en la fe de tú mismo sexo.

Pelea por tu Familia.

Frank y Osmaglys

La Fidelidad del Hombre en el Matrimonio y la Familia
Texto Bíblico
"El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto"
Lucas 16:10
La fidelidad en el matrimonio y en la familia es un llamado divino para cada hombre, que trasciende lo físico y abarca lo emocional y lo espiritual. Ser fiel no se trata únicamente de la lealtad a nivel físico, sino de ser constante y honesto con los compromisos que se han hecho, tanto con la pareja como con Dios. En un mundo donde la distracción y las tentaciones son constantes, el hombre fiel es aquel que decide amar y honrar a su esposa, no solo en presencia de otros, sino también en el secreto de su corazón y mente. La fidelidad emocional implica cuidar los pensamientos, no permitiendo que otros afectos o deseos ocupen el lugar que le pertenece solo a la esposa. Esto requiere integridad y vigilancia constante para no caer en las trampas del mundo que buscan desviar el corazón.
La fidelidad espiritual también es fundamental. Dios debe ocupar el centro de la vida del hombre, guiando sus decisiones y motivaciones. Un hombre que es fiel a Dios será también fiel a su esposa e hijos, porque sigue el ejemplo del amor sacrificial y eterno que Cristo nos ha mostrado. La fidelidad en lo espiritual es buscar diariamente a Dios en oración, guiar a la familia en la fe y mantener una vida íntegra, reconociendo que todas las áreas de nuestra vida están interconectadas.
Cuando un hombre es fiel en lo físico, emocional y espiritual, está reflejando el carácter de Dios, siendo una fuente de estabilidad y bendición para su hogar.
Oración
Señor, te pido que me des la fuerza y la sabiduría para ser fiel en todas las áreas de mi vida. Ayúdame a ser un esposo y padre que refleje tu amor y fidelidad, no solo en mis acciones, sino también en mis pensamientos y en mi espíritu. Que tu verdad guíe mis pasos cada día, y que mi hogar sea un testimonio de tu fidelidad. Amén.

Su hermano en Cristo
Frank Durán

Amados por favor no abran ningún enlace que algún usuario que no sea los dos administradores de este canal envíen, como lo hemos referido anteriormente hay muchas personas que ingresan en estos canales y grupos para buscar vulnerar su identidad a través del hackeo de su usuario y una forma es a través de link que envían, nosotros cada vez que vemos a una persona que realiza este tipo de acto en el momento la suspendemos y la agregamos como spam para que no puedan continuar intentando hacer esas acciones, por lo menos en este canal, ATENTOS

Fingir que está todo bien no hace desaparecer el problema
En muchas ocasiones, como pareja, es fácil caer en la trampa de aparentar que todo está bien, aun cuando internamente hay conflictos o heridas sin sanar. Fingir que no hay problemas no solo causa un desgaste emocional, sino que también puede crear una brecha entre ambos, haciendo que el dolor o las diferencias crezcan en silencio.

La Biblia nos enseña que "la verdad os hará libres" (Juan 8:32), y esta verdad no solo se refiere a nuestra relación con Dios, sino también a cómo vivimos nuestras relaciones con los demás, especialmente en el matrimonio.

Fingir que no hay problemas no traerá paz, sino que solo postergará una tormenta inevitable. La clave está en enfrentar las dificultades con honestidad, humildad y acción.
Tres soluciones o acciones para atacar esta situación:
1 Crear un espacio seguro para la comunicación honesta: Es vital que ambos puedan hablar abiertamente sobre sus sentimientos, sin miedo al juicio o la crítica. Esto significa escuchar con empatía y sin interrupciones. Proverbios 15:1 dice: “La respuesta suave quita la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor”. Un ambiente donde ambos se sientan escuchados y comprendidos les permitirá abordar los problemas sin que se acumulen resentimientos.

2 Buscar resolver, no ganar: Muchas veces, en medio de los desacuerdos, las parejas buscan tener la razón o ganar una discusión, en lugar de resolver el problema. Sin embargo, el matrimonio no es una competencia. Filipenses 2:3 nos recuerda que debemos ser humildes, "considerando a los demás como superiores a nosotros mismos". Esto implica un enfoque en la unidad y el bienestar común, buscando soluciones que fortalezcan la relación en lugar de intentar probar quién tiene razón.

3 Tomar acción en conjunto: No basta con hablar de los problemas; es necesario actuar en conjunto para solucionarlos. Una vez que han identificado los desafíos, la pareja debe comprometerse a trabajar en ellos de manera práctica. Esto puede significar buscar ayuda profesional, hacer cambios en la rutina o simplemente dedicar más tiempo el uno al otro. Santiago 1:22 nos exhorta a ser "hacedores de la palabra, y no tan solo oidores". De la misma manera, en el matrimonio, debemos ser hacedores de las soluciones, no solo hablar de ellas.
Enfrentar los problemas en lugar de fingir que no existen puede ser incómodo al principio, pero es el único camino hacia la sanidad y la verdadera paz. Dios camina con nosotros en cada paso, y cuando invitamos Su presencia en nuestro matrimonio, Él nos da la sabiduría y la fortaleza para superar cualquier desafío juntos.

Frank y Osmaglys