Durante la Guerra Fría, una época marcada por la tensión entre Estados Unidos y la Unión Soviética, el temor a una guerra nuclear llevó a la creación de refugios secretos para proteger a los líderes del país.
Uno de los más notables fue el Greenbrier Bunker, construido en 1957 bajo el lujoso hotel Greenbrier en Virginia Occidental.
Este búnker estaba destinado a ser un refugio seguro para los miembros del Congreso en caso de un ataque nuclear.
Equipado con puertas masivas y robustas, como la que se muestra en la imagen, el búnker contaba con todas las medidas de seguridad necesarias para proteger a sus ocupantes de cualquier amenaza externa.
El Greenbrier Bunker permaneció en secreto durante más de 30 años, hasta que fue revelado al público en 1992.
Hoy en día, es un recordatorio de una época en la que la preparación para lo impensable era una realidad cotidiana.
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