Anoche me sorprendió la fiesta de fin de año, en un viaje de trabajo y negocios en otro país,
Tengo la suerte a veces que alguien adopte por una noche a un viajero sin tribu en estas fiestas, como lo hacía "el oso"Olivero, en esas 25 Navidades de mi adolescencia que festejé en la mesa de la vereda de su bar, con su familia, que me prestaba un rato...
A veces es cuestión de tener alguien a quien abrazar a las 12 pm...
Y puede ser la mamá de otro, la hija de otro, o darle la mano al conserje del hotel como iba a hacer anoche.
Pero me llamó Juan, un amigo nuevo,
Y me dijo, venite a casa esta noche,
Si hay un argentino solo en mi país, yo quiero que lo pase conmigo...
Y fui, llegué temprano, antes de la hora que me había dicho,
Y me recibieron muy amables dos personas que no conocía.
Yo me bajé con una bolsa de obsequio de bebidas y mis botellas de cerveza sin alcohol. Para qué parezca que tomo pero sin tomar, vio?
Soy un tipo muy aburrido y la verdad, me encanta acostarme a las 22 del 31/12/24, y despertarme a las 7 am del 2025...
Pero resultó ser que la casa no era de Juan sino del tío de Juan, igual lo pasé hermoso.
Entre los invitados estaba la nieta del dueño de casa, que llamaba la atención por su longilineidad, y su cabello largo, todo recogido, hasta la cintura, y un físico escultural.
Cuando llegó Juan, me contó que era Trapecista de circo, y que vivía trabajando por el mundo.
Pero que esté año nos iba a acompañar...
Y ví a la señorita, con su alegría de vivir, contando que se iba a Japón a trabajar en Enero.
Y la ví, y me ví, en la anterior vida al simulacro de familia que tuve,
Y me hizo recordar que hay gente que tiene la tribu en su casa, otros en su ciudad, otros en su provincia, y que la tribu del Trapecista es el mundo.
La suerte que tiene esta niña es que tiene abuelos, padres, hermanos, y un montón de casas dónde volver.
Yo, siempre tengo un hotel, o un bar, o la casa del suegro de Juan, cómo anoche.
Y que no importa dónde me encuentren estas fechas, haciendo malabarismo para trabajar dónde nos abren las puertas.
La vida es buena con los trapecistas,
Tal vez, solo tal vez,
Porque sabe que si caemos en algún lugar del mundo,
No tenemos red... Que nos salve,
Que nos contenga,
Y nos adopta Dios,
Y nos dice, vení, salta acá, dale, tírate que tu ángel de la guarda te va a cuidar,
Y vos, te pones una camisa nueva, un perfume de esos buenos que siempre venden por el mundo,
Y saltas, y vuelas, y perdés el miedo a no tener red, y vas por el aire viendo como la gente te mira volar,
y se te cae un amigo del trapecio y vos seguís volando, festejando estar vivo,
Porque sabes que siempre, pero siempre siempre,
El show debe continuar...
Aplaudan fuerte carajo, los quiero escuchar. Lo necesito.
Mira como vuelo, mira!!!
Nadie tenga tristeza por la vida del Trapecista, porque su tribu es el mundo, y Dios es su red.
Un abrazo y Feliz 2025...
Mariano Ludueña Alfonso
Abogado/poeta, que anda por el mundo haciendo malabares sin red para conseguir justicia, en un planeta donde no la hay, pero ya vendrá, dentro de poco, con la convicción de cuatro cosas,
1) a veces la red que te ponen se llama Juan,
2) en Japón también habrá hoteles con conserjes para saludar a las doce en Navidad.
3) Nadie está viejo para volar.
4) y la más importante,
La Justicia de Dios por el daño que han hecho a mis hermanos con las vacunas, y esta falsa pandemia, está muy, pero muy pronta a llegar.
Nunca hubo tanta oscuridad, no tienen idea con la fuerza que vendrá la luz...
Palabra de trapecista, sin red
Vos confía, Dios siempre está.
Vení, vení y volá...