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Estimados miembros de Akasha Comunidad:
El filósofo y escritor estadounidense Ralph Waldo Emmerson dijo: "No podemos cambiar aquello de lo que no somos conscientes. Una vez que la conciencia se expande, es imposible retroceder".
Pienso en sus palabras mientras miro, maravillada, la noticia de que el Presidente electo de los Estados Unidos, quien entrará en funciones en enero de 2025, ha designado al Dr. Jay Bhattacharya como el Director del NIH (El Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos).
No es un nombramiento trivial (el Director del NIH es el responsable de dictar la política de esta organización, y de planear, coordinar, y manejar los programas y actividades de ese enorme instituto). En otras palabras, el Director del NIH determina e influye en el tipo de ciencia que se puede hacer (en Estados Unidos, pero, lo que pasa en los Estados Unidos suele permear hacia la mayoría de los países). Hasta ahora, el NIH ha sido un bastión de la "ciencia permitida" y dentro de esa ciencia que han construido, no hay lugar para disentir y realizar, por ejemplo, estudios que busquen investigar los efectos adversos de las vacunas pediátricas, la eficacia de la homeopatía, o incluso, cuestionar la teoría del contagio o validar la teoría del terreno, entre muchas otras cosas.
Desde el primer director del NIH (Joseph Kinyoun), nombrado en 1887, hasta la presente directora (Monica Bertagnolli), nombrada en noviembre de 2023, la lista está integrada por personas que (varios, al menos) tienen vínculos con la industria farmafiacéutica, que han derivado en la recepción de prebendas de forma directa o indirecta. Por ejemplo, el caso de la actual directora, quien tiene relación estrecha con Pfizer, AstraZeneca y otras empresas semejantes, recibiendo $350 millones de dólares de la farmafia a lo largo de su carrera académica (https://nypost.com/2023/07/16/watchdog-accuses-bidens-nih-nominee-of-close-ties-to-big-pharma/).
Eso, me parece, ayuda a explicar el que los directores del NIH “marcan línea” de forma muy evidente en lo que financia o no la NIH, en lo que puede ser publicado o no, y, así, a dar forma a la narrativa preponderante.
Bueno, pues, pensaba en las palabras de Emmerson porque el que el Dr. Jay Bhattacharya quede en ese puesto a partir del 20 de enero de 2025 puede tener una trascendencia monumental. Antes de que alguien me diga que tiene que ser ratificado por Congreso, ¡no! no tiene que ser ratificado (https://www.nih.gov/about-nih/what-we-do/nih-almanac/nih-directors), así que al menos en este momento, el Dr. Bhattacharya será el Director del NIH dentro de pocos meses.
Digo que es de una trascendencia monumental porque el Dr Bhattacharya ha sido clave entre quienes hemos dicho “esto no está bien” en respuesta a las disposiciones impuestas. El médico, doctor (tiene Doctorado en Medicina, además de ser médico) y economista, quien es profesor en la Universidad de Stanford, fue, junto con el Dr. Martin Kulldorff (Profesor de la Escuela de Medicina de Harvard) y la Dra. Sunetra Gupta (Profesora de la Universidad de Oxford) proponente de la “Declaración de Great Barrington” (ver https://t.me/akashacomunidad/1786), que desde inicios de 2020 declaró que los encierros y aislamientos de la pandemia no eran científicamente válidos y que no debían llevarse a cabo (https://gbdeclaration.org/).
Pueden imaginar que fue ridiculizado duramente. De hecho, de forma sistemática se intentó callarle (luego de solicitudes bajo el derecho a la información, salieron después los correos entre el médico Anthony Fauci y el entonces director del NIH, Francis Collins donde expresaban la necesidad de ridiculizarlo y exponerlo como “Epidemiólogo del margen” o “fringe epidemiologist”, en inglés). Pueden ver esto en https://thedailyeconomy.org/article/fauci-emails-and-some-alleged-science/ y https://www.hoover.org/research/man-who-talked-back-jay-bhattacharya-fight-against-covid-lockdowns (Continúa en https://t.me/akashacomunidad/3654)