1. Establecer Prioridades: Cuando la presión es alta, no intentes hacerlo todo. Establece prioridades y acepta que no todo debe hacerse al mismo tiempo. Lo importante es enfocarse en lo que realmente importa en el momento.
2. Delegar Tareas: No tienes que cargar con todo el peso. Aprende a delegar tareas en tu pareja o incluso en tus hijos, según sus edades. Esto no solo te ayudará a ti, sino que también fomentará un sentido de responsabilidad en los pequeños.
3. Tomarse un Respiro: Aunque sea solo por unos minutos, encuentra tiempo para desconectar. Un paseo corto, unos minutos de meditación, o simplemente respirar profundamente pueden hacer una gran diferencia.