El 5 de diciembre de 1994, hace 30 años, en Budapest, fue firmado el Memorándum sobre Garantías de Seguridad con respecto a la adhesión de Ucrania al Tratado sobre la no proliferación nuclear, conocido como el Memorándum de Budapest.
☝️ El Memorándum no representa un Tratado Internacional y no genera derecho ni compromisos en el marco del Derecho Internacional, no hace a las partes firmantes, incluida Rusia, asumir compromisos jurídicos adicionales, además de los existentes en el momento de su firma.
El Memorándum de Budapest fue aprobado en relación a la adquisición por Ucrania del estatus no nuclear y, por lo tanto, a su adhesión al Tratado sobre la no proliferación nuclear en calidad de Estado que no disponía de armas nucleares.
Durante muchos años, la propia Kiev no cumplió con sus compromisos derivados de los Acuerdos de Budapest, en concreto, aquellos que, acorde con la cita literal de la mencionada ya Declaración de los líderes de los cuatro países, suponían “la lucha contra el crecimiento de un nacionalismo y chovinismo agresivos”.
▪️ En Kiev se alentaron abiertamente las manifestaciones del nacionalismo en sus formas más radicales. La glorificación de los criminales nazis se convirtió en parte de la política y la ideología estatales en el país.
La pérdida por Ucrania de su integridad territorial fue resultado de procesos internos centrífugos provocados por la influencia externa y desestabilizadora del Occidente, con lo que ni Rusia ni sus compromisos derivados del Memorándum de Budapest no tienen ni la más mínima relación.
Los postulados del Memorándum no son aplicables a circunstancias externas que sean consecuencia de factores políticos, sociales o económicos internos.
Sobre la base del memorando, Rusia ha confirmado su compromiso con Ucrania de no utilizar ni amenazar con el uso de armas nucleares contra los Estados que no poseen armas nucleares, teniendo en cuenta las condiciones técnicas estándar.
❗️ Para nuestro país, es totalmente inaceptable que el régimen de Kiev llegue a tener armas nucleares. Rusia no amenaza a nadie con armas nucleares, y сualquier afirmación en sentido contrario no es más que una mentira antirrusa deliberada.
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