EMPEZANDO CON LA MAGIA COTIDIANA 🌹
La magia es como cualquier otra cosa: cuanto más practiques, mejor lo harás. Dedica un poco de tiempo al día (por ejemplo 1 horas) a tu magia, a aprender, y habrás invertido mil horas en poco menos de tres años. Seguro que con esto no tienes las horas necesarias para saberlo todo, pero, sí son las necesarias para muchas experiencias iniciáticas tradicionales.
Voy a ser sincera: muchos de nosotros repetimos prácticas de magia en sabbats esbats, o puede que escribamos deprisa y corriendo un conjuro o hechizo, o que realicemos una tirada de tarot cuando estemos preocupados. Esto, no tiene nada de malo; cualquier cosa que nos motive a practicar es buena, ¿verdad? Lo hacemos lo mejor que sabemos y nos tomamos nuestra magia en serio, pero, una vez hecho, volvemos a las rutinas del día a día, a las agendas apretadas dejando a un lado nuestras prácticas de magia hasta que el siguiente gran evento nos las recuerda. Por desgracia, esto va en nuestra contra. Al no practicar nuestro arte más a menudo, estamos perdiendo el barco. O la escoba, por usar una metáfora mejor.
Quiero convencerte para que dediques veinte minutos al día a practicar magia. La buena magia a veces nace de eventos programados, pero tampoco podemos pasar por alto los enormes beneficios de practicar a diario. Podemos utilizar la magia para momentos y eventos significativos, pero también deberíamos lleva nuestras prácticas hacia el interior y usarlas para nutrirnos. Se puede decir que la magia es tanto arte como artesanía y, cuanto más practiquemos, mejor llegaremos a ser.
Sospecho que ahora mismo algunos de vosotros estaréis diciendo: “Es que no tengo mucho tiempo, ¡de dónde voy a sacar veinte minutos al día?”
Suponiendo que duermes ocho horas diarias, veinte minutos de las dieciséis horas que pasas despierto equivalen a una cuadragésima octava parte del día. No parece mucho, ¿no? Puedes dedicar esa pequeña parte a tus prácticas de magia.
¿Todavía no estás convencido? Piensa que la práctica diaria consiste en crear un hábito, es decir, el proceso por el cual se automatiza un conjunto de conductas. La base para crear un hábito es la repetición. Los humanos aprenden mediante la repetición de una habilidad, una actividad o una conducta una y otra vez hasta que se convierte en una rutina. Consideremos la práctica de abrocharse el cinturón de seguridad cuando montamos en un vehículo o al de cerrar con llave la puerta por la noche antes de irnos a la cama. Estos hábitos, acciones que llevamos a cabo sin pensar porque se han enraizado en nuestras conductas diarias.
Estos pasos son muy importantes, y te van a ayudar a desarrollar tu hábito de practicar magia, y con el ese hábito llegará tu aprendizaje y éxito como bruja.
1. Márcate un objetivo simple. Piensa en algo que quieres estudiar, practicar, leer o crear. Debe ser un objetivo desafiante pero factible, como “quiero mejorar mis trabajos con las hierbas” o “quiero aprender más sobre la baraja de tarot”.
2. Elabora un plan sencillo y focalizado para ayudarte a alcanzar ese objetivo. Puede que digas: “Quiero estudiar tres hierbas diferentes y utilizarlas para elaborar infusiones medicinales”, o “Voy a estudiar una carta de tarot al día”. Sé razonable: si asumes demasiadas cosas, te arriesgas a sentirte agobiada, especialmente cuando estás empezando. No hay prisa ni es necesario forzarte al principio. Recuerda: sólo estás tratando de crear un hábito.
3. Escoge un lugar para tu práctica diaria que sea cómodo y carente de distracciones. Elige un momento en el que te sientas despierto y descansado. Tanto la hora como el lugar deberían ser lo más consistentes posible, ya que eso ayuda a apoyar la respuesta habitual del cerebro. Si tu casa está llena de infinitas distracciones y requerimientos, puede que necesites ir a algún oro lugar o practicar en un momento en que la actividad del hogar sea tranquila. Sé egoísta con tu tiempo: lo necesitas y lo mereces.
4. Empieza y no lo dejes. Márcate el objetivo de veinte minutos al día.