Viernes 07 de febrero
Muchas veces escuchamos predicadores que nos anuncian prosperidad y bienestar para aquellos que siguen a Jesús, sin embargo, cada uno de estos discursos es carente de fundamentos y solo acarician el oído de aquellos que huyen al cansancio y dolor de la entrega por los otros en el servicio. Esto es lo que manifiesta el pasaje de Mc 6,14-29 que nos presenta la liturgia hoy, en donde se interrumpe la narración sobre Jesús, por primera y única vez en Marcos, para hablarnos de la muerte de Juan. Con este relato, el evangelista nos pre-anuncia cual es el destino de Jesús y al mismo tiempo, nos recuerda que anunciar y vivir el Evangelio es causa de persecución.
Señor, enséñame a amar la cruz, para recorrer con ella un camino de redención y no querer huir de ella por temor a no asumir las exigencias del Reino. Amén.