Nuestro deber como cristianos no es convertir al arminiano en calvinista, y al calvinista en arminiano. Nuestro deber como cristianos es hacer discípulos para nuestro Señor Jesucristo.
Si creemos en la vida terrenal y sin pecado de Cristo, en su muerte vicaría y sustitutiva, en su resurrección, advenimiento, y creemos que la salvación es por gracia mediante la fe en Cristo, y que la Trinidad es una realidad viviente y gloriosa en el plan de redención de Dios para la humanidad; aunque en lo demás NO estemos de acuerdo del todo, somos HERMANOS EN CRISTO.
Creo personalmente que el fin de las denominaciones está cerca, para que todos como metodistas, presbiterianos, pentecostales, bautistas, etc, hagamos un frente unido a la agenda del anti-cristo que está tomando plenitud, y juntos, en un solo sentir, estemos listos para recibir al Señor Jesucristo en su retorno próximo.
¡El Rey ya viene!