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Corazón frío en una madrugada desconsoladora, menuda mezcla. Roto yace sin una razón aparente.

Todos quieren ir al cielo, pero nadie quiere morir 🥀

Arcane's art

"Y si ella no cambia, entonces cambia de chica."

Me dijo: "si no lo intentas, jamás sabrás que puedes volar"

Y si todo lo que ofreciste no basto, ofrecele tu ausencia 🥀

Guitarra en la Penumbra

Me dejaste de lado como a una guitarra olvidada, 
cuerdas de silencio, ecos de un amor que se apaga. 
Fui la musa de tus sueños, melodía en tu albor, 
ahora yago en la penumbra, sin ritmo, sin calor.

Cubierta de polvo, el tiempo me abraza, 
mis notas son susurros que el viento desplaza. 
Atrapada en un torbellino de recuerdos que me desquician, 
donde cada acorde perdido en mi pecho se desliza.

Recuerdos de risas, de bailes bajo estrellas, 
de promesas susurradas en noches tan bellas. 
Pero el eco se apaga, y el silencio se asienta, 
como sombras que danzan, mi voz se ausenta.

Oh, cómo anhelo el roce de tus dedos en mi piel, 
la pasión que encendía cada cuerda con su miel. 
Ahora soy un objeto, un relicario de antaño, 
una historia olvidada en el rincón del daño.

Si tan solo volvieras a tocarme con ternura, 
a despertar la música que en mí aún murmura. 
Quizás en un instante, la vida resplandezca, 
y de esta guitarra olvidada, una sinfonía fresca.

Pero en esta penumbra, donde el tiempo no avanza, 
sigo siendo un eco de nuestra última danza. 
Me dejaste de lado como a una guitarra sin dueño, 
y en el silencio profundo, me ahogo en mi pequeño sueño.

"Ya no deseo estar solo, pero lo más doloroso es que a veces me siento más aislado en medio de la multitud."

En el vasto y enigmático tejido del universo, donde la luz y la sombra entrelazan sus destinos, la muerte se presenta no como un oscuro final, sino como el susurro de un ciclo eterno que invita a la vida a danzar con mayor intensidad, recordándonos que cada aliento que tomamos es una celebración efímera de lo que fue, lo que es y lo que aún puede ser, mientras las estrellas, testigos silenciosos de nuestra existencia, parpadean con la esperanza de que cada despedida sea simplemente un preludio a un nuevo comienzo.

Existen caminos que con el tiempo revelan su verdadero destino.

Aquello que nos inspira a la mayor bondad es también la causa de nuestra peor maldad.

Viktor (Arcane)

"El amor se fue como un susurro en la brisa, y lo que quedó fue el silencio ensordecedor de lo que pudo ser."

"En el desamor, cada recuerdo se convierte en una sombra que acecha los días soleados."

"El desamor es un lienzo en blanco, donde los colores de la felicidad se han borrado con lágrimas."

"Cuando el amor se desvanece, queda un vacío que ni el tiempo ni las palabras pueden llenar."

🥀
"El desamor es un eco en el corazón, resonando con las promesas que nunca se cumplieron."

En un bosque profundo, donde el tiempo se detiene, 
había un hada de fuego, con alas de llama, 
su risa era chispa, su luz nunca se frene, 
encendía el sendero con su ardiente trama. 

Junto a ella danzaba un hada de cristal, 
con reflejos de luna y un brillo sutil, 
su esencia era calma, un río en espiral, 
susurros de sueños en un mundo febril. 

Se encontraron una noche, bajo estrellas brillantes, 
el fuego y el cristal, un canto divino, 
sus corazones latían como ríos vibrantes, 
tejiendo un amor que desafiaba el destino. 

"Soy fuego", dijo el hada, "mi pasión es ardiente, 
pero en tu suave abrazo encuentro la paz." 
"Soy cristal", respondió ella, "mi esencia es valiente, 
y en tus llamas encuentro lo que nunca perdí más." 

Juntas danzaban entre sombras y luces, 
unidas en magia, en risas y en llanto, 
pero el destino es cruel, y sus caminos induce 
a una separación que no esperaban tanto. 

Un día llegó un viento, un susurro oscuro, 
que trajo consigo la sombra del mal; 
la reina del hielo, con su aliento duro, 
decidió que el fuego no podía brillar. 

"Debes elegir", dijo con voz helada, 
"o el fuego se apaga o el cristal se quiebra." 
Las dos hadas temblaron, su unión amenazada, 
un amor tan sincero que el dolor celebra. 

El hada de fuego, con lágrimas ardientes, 
decidió sacrificarse por su amor eterno. 
"Que mi llama se apague", dijo entre suspiros, 
"si eso te salva, será mi invierno." 

El hada de cristal gritó con desesperanza, 
"¡No me dejes sola! ¡No apagues tu luz!" 
Pero el fuego se extinguió en una danza, 
y el cristal se rompió en mil fragmentos de cruz. 

Así se selló su trágico destino, 
dos almas unidas por un amor sincero, 
un hada de fuego y un hada de cristal, 
perdidas en el tiempo, un amor verdadero. 

Y en cada rincón del bosque profundo, 
las llamas susurran su historia sin fin; 
el cristal brilla aún en el silencio fecundo, 
recordando el amor que nunca tuvo su fin.

En un jardín donde el sol susurra, 
donde el viento juega entre risas de flores, 
había una mariposa, única y pura, 
con alas de fuego y sueños de colores. 

Su vuelo era danza, su esencia un misterio, 
pintada en matices que el alma atesora, 
pero en su belleza, un eco etéreo, 
la hacía sentir sola, como luna que llora. 

Un tulipán crecía en la tierra dorada, 
de pétalos suaves, como un abrigo, 
su tallo erguido, su alma anhelada, 
anhelaba compañía, un lazo amigo. 

Un día se encontraron, bajo el cielo claro, 
la mariposa temió ser despreciada, 
mas el tulipán sonrió, su amor sincero, 
y en su corazón brotó una nueva jornada. 

"Ven, hermana del viento", dijo con ternura, 
"en este rincón, no hay lugar para el miedo. 
Tus alas son fuego, mi amor es dulzura; 
juntas danzaremos al son del enredo." 

Así floreció una amistad sin medida, 
entre pétalos suaves y alas que brillan, 
la mariposa y el tulipán, en la vida, 
tejiendo un destino que nunca se apilan. 

Bailaban al alba, bajo el sol radiante, 
sus risas eran ecos de un mundo lejano; 
en su abrazo eterno, todo era vibrante, 
la mariposa distinta y su flor como hermano. 

Y así en el jardín donde todo es posible, 
dos almas se encuentran en danza infinita; 
la mariposa y el tulipán, lo invencible, 
en la belleza del amor que no necesita. 

Así se escribe la historia encantada, 
de una mariposa y un tulipán fiel; 
en cada pétalo y en cada jornada, 
resuena su canto: "¡Hermana! ¡Eres tú mi miel!"