Libertad y Consciencia Integrada
He expuesto mis ideas sobre cómo es posible, utilizando nuestra Consciencia, llegar a la conclusión de que el Dios canónico eclesiástico no existe, nunca ha existido y nunca existirá. En cambio, ocupa su lugar otra esencia -que he llamado Consciencia Integrada-, que no parece existir fuera de nosotros, sino que es nuestra verdadera naturaleza.
Simplificando, podríamos resumir nuestro discurso diciendo que Dios (canónico eclesiástico) no existe porque, si existiera, tendría que ser bueno, es decir, parcial y, por tanto, no total, y tal concepto (pre)supondría menospreciar la definición misma de Dios. Si, por otro lado, Él fuera Todo, también sería malvado, y de nuevo no se ajustaría a la definición canónica eclesiástica.
El sacerdote busca a Dios sin darse cuenta de que se busca a sí mismo, el científico corre tras las fórmulas de la física sin darse cuenta de que también se persigue a sí mismo.
La carrera de estos dos personajes involuntarios inconscientes termina en el instante en que su experiencia vital les lleva inexorablemente a encontrarse consigo mismos.
"La libertad sólo existe para los que son conscientes de ella".
La Consciencia manifiesta la libertad no haciendo nada para impedir que otros la restrinjan porque sabe que esto es imposible y por lo tanto es inútil defenderse de un enemigo que no existe. La Consciencia piensa que el Poder no es un enemigo, sino sólo un ignorante, totalmente inconsciente de si mismo, que debe esperar a la experiencia de la dualidad para finalmente comprender que no existe. Así, el Poder, tarde o temprano, se da cuenta de que durante milenios creyó servirse del pueblo cuando al final sólo se perjudicaba a sí mismo.
Ya que nosotros mismos somos los creadores de la realidad, es entonces, ante una integración interna de nuestras tres partes de consciencia, cuando, automáticamente, crearemos una realidad externa en armonía con nuestro ser. En ese momento todos seremos conscientes de que siempre hemos sido libres, de que nunca lo supimos y, en consecuencia, nunca tuvimos el valor de desempeñar ese papel. Sólo entonces nadie podrá impedir que nos manifestemos por lo que somos, porque sabrían que todos sus esfuerzos por limitar la libertad serían entrópicamente inútiles. Game over!.
La libertad no se pide ni se exige.
La libertad reside, es, en nuestro interior.
El individuo libre es el que no hace nada y, sin embargo, lo es todo, es el que puede hacerlo todo pero precisamente por eso no tiene necesidad de hacerlo. Sabe que, aunque haya millones de personas a su alrededor que quieran coaccionarle para que se someta a un mar de normas, no tiene necesidad de oponerse a la sociedad que le acosa continuamente. Deja que los demás hagan lo que quieran, pero también sabe que todo ese alboroto no le molestará lo más mínimo. Así pues, la expresión “ejercicio de la libertad” no tiene ningún sentido porque la libertad no se ejerce, es más, cuando estamos en presencia de un ejercicio de libertad, alguien está sometiéndose a reglas muy precisas que son lo contrario, la antítesis, del propio concepto de libertad.
No hay que olvidar que el Poder sabe que eres el creador del Todo; pero también sabe que no eres plenamente consciente de ello y juega con el hecho de que creas que es él quien manda.
YO Y DIOS
Corrado Malanga
SurfeandoMatrix.info
@profesorCorradoMalanga