El segundo se lo saltan muchos dueños de negocio y con eso dejan escapar un montón de oportunidades.
Te explico…
El tráfico funciona como el agua.
En cantidades suficientes puede bastar para que una represa le dé energía eléctrica a toda una región.
Puede irrigar campos.
O impulsar molinos y maquinarias de todo tipo.
Pero solo si está canalizada eh.
De lo contrario, se desperdicia.
Con tu web pasa lo mismo.
El tráfico tiene un tremendo potencial, pero canalizado.
Así que conseguirlo es el primero de los pasos.
Pero luego tienes que asegurarte de llevar ese tráfico a algún lugar y convertirlo.
Puede ser a una página de servicios.
A tus productos.
O a una squeeze page, para convertir esas visitas en suscriptores.
¿Mi sugerencia?
Siempre que puedas, lleva tus visitas a una plataforma más personal y directa, como una newsletter.
Así transformas visibilidad en comunidad y consigues fidelizar a una audiencia de clientes potenciales.
Puede cambiarle la cara a la rentabilidad de todo tu negocio.