O, podemos elegir sanarlo simplemente reconociendo el dolor y soltándolo, avanzando en la vida con el entendimiento de que somos mucho más grandes que cualquier dolor que podamos sentir en cualquier momento dado. La elección es nuestra. Y, como dice Braden, "Si elegimos la sanación, el camino son las bendiciones."
La verdad es que el "infierno" que vivía mi cliente no era el resultado de lo que alguien le hizo, sino de su reacción a lo que alguien le hizo. Ella podría haber elegido aceptar las acciones de la otra persona como algo que ocurrió y después determinarse a avanzar más allá de ello, al lugar más allá de ideas de bien o mal, del que habla Rumi.
Como comentamos en las primeras lecciones de este Reto de 30 días, nuestro pensamiento es el que determina el bien o el mal en cualquier situación.
Y hasta cuando determinamos en nuestro pensamiento que algo malo ha sucedido, tenemos la opción de verlo como una emoción no resuelta o de soltarlo para avanzar en la vida.
Cuando bendecimos, estamos eligiendo la segunda opción. En esencia estamos diciendo “OK, esta cosa terrible ha sucedido. Pero mientras siga pensando en ello, mientras le siga dando vueltas en mi cabeza, contándoselo a todo el que me escuche, entonces seguirá pasando. Y yo no deseo eso. Así es que, en lugar de eso, voy a bendecir esta experiencia en su totalidad y a todas las personas involucradas y después voy a soltarla. Voy a aceptar que ha sucedido, determinando con mi bendición que algo benéfico saldrá de ello, y entonces voy a continuar con mi vida, porque en realidad, verdaderamente, soy mucho más que esto que me ha sucedido. Yo voy a prevalecer.
Y también voy a bendecir a la persona que perpetró esta situación porque si no lo hago, eso significará que aún la estoy juzgando, aún la estoy etiquetando de “mala” y de que no merece recibir una bendición, y mientras yo actúe así, estoy atrapado en mi propio acto condenatorio al igual que seguramente lo está haciendo esa persona. Así es que, en lugar de eso, elijo liberarnos a ambos. La persona está bendecida, yo estoy bendecido, nosotros estamos bendecidos. Así, elijo liberarme de cualquier infierno que pudiera yo vivir por esta experiencia, abrazando mejor y por completo la porción de cielo que pudiera recibir."
Para poder hacer esto, debemos primero estar dispuestos a confrontar nuestros propios sistemas internos de creencias. Podríamos enfrentarnos a cuestionar una vida entera de condicionamientos y formas de pensar anticuadas que nos dicen que debemos vengarnos, que debemos vencer a cualquier adversario y que debemos reivindicar cualquier mala acción. Para poder sobrepasar estas barreras y llegar a bendecir, debemos llegar al punto donde ya elegimos sanar por sobre cualquier otra cosa. Cuando finalmente estemos dispuestos a soltar todas nuestras viejas creencias y juicios que nos han mantenido atrapados, el verdadero trabajo de las bendiciones puede dar inicio.
🌸 *El Ejercicio del Día de hoy:* 🌸
Silenciosamente, confronta tu sistema interno de creencias.
Pregúntate si estás dispuesto honestamente a suspender todos tus juicios, todas tus condenas, toda necesidad propia de hacer que el mundo lo haga “a tu manera”. La afirmación del día de hoy te permite hacerte la pregunta sencilla y directamente.
Repite la afirmación, y entonces espera a que la respuesta surja de adentro de ti. Registra tu respuesta y cualquier otra pregunta, duda o preocupación subsecuente, que pudiera venirte a la mente en tu Diario de Bendiciones. No hay respuestas correctas o incorrectas a esta pregunta o a cualquier pregunta que se haga en el Reto de las Bendiciones. El propósito de este ejercicio, así como de todos los otros en esta serie de lecciones, es sencillamente el de hacerte más consciente de dónde estás en tus propios procesos de pensamiento, así es que no te pelees. Sólo responde la pregunta lo más sincero que puedas y registra la respuesta y cualesquiera otros pensamientos que lleguen a tu mente.
🌸 *La afirmación del día de hoy:* 🌸