APRENDE + PÁDEL

En ese sentido, si observas a jugadores de un nivel similar, comprobarás que, el tipo de bolas a partir de las que son capaces de hacer buenos globos, no es muy diferente entre unos y otros.

Obviamente, cuanto más nivel tengan dichos jugadores, la dificultad de las bolas con las que podrán ejecutar buenos globos, también será superior.

Pero no ocurre que, entre jugadores de un nivel parecido, unos puedan hacer globos buenos con bolas q a otros les resulte imposible.

- Entonces, ¿Dónde está la clave?

Pues en una cosa, que nos pasa a todos, y que provoca que no los utilices bien.
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Mira.

En la mayor parte de los puntos que juegas, surge algún intercambio donde el rival NO golpea bien y aparece una opción perfecta para poder hacer globo.

De verdad que casi siempre surge alguna.

El problema es que, en ese preciso momento, nunca tienes en mente el globo.

Porque estás acelerado, sumido en la rapidez de los intercambios y la propia inercia de todo ello hace que te vengan otras opciones a la cabeza.

Y, entonces, aunque tienes ante ti una bola lenta y cómoda, decides hacer un passing por abajo, fuerte.

O una chiquita.

O tirar un angulito...

Y lo malo es que, aunque te salga bien -que a veces esas bolas se fallan directamente-, si los rivales estaban correctamente posicionados en la red, ese tipo de golpes no suelen surtir efecto y te siguen presionando.

Entonces, dos o tres intercambios más tarde, cuando empiezas a sentirte agobiado, es cuando la idea del globo aparece.

Y terminas eligiendo mal la bola con la que lo haces y llegando a la conclusión de que no tienes buen día, o que a ti siempre te salen mal.

Pero la realidad era otra.

Simplemente el momento no era ese.

El momento había sido aquella bola fácil que tuviste a huevo y decidiste jugarte una ficha.
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Así que, recuerda.

En casi todos los puntos que juegues van a surgir oportunidades de hacer buenos globos.

Solo tienes que identificarlas a tiempo y aprovecharlas.

Y, cuando lo hagas, notarás que, mágicamente, todo se vuelve más fácil.
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Y recuerda, semana que no estás, CONSEJO QUE TE PIERDES PARA SIEMPRE.

ENTENDIENDO ESTO, TU NIVEL SUBIRÁ HOY MISMO
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Que el globo es el golpe más importante del pádel, lo habrás oído muchas veces.

Pero hay un error inconsciente que provoca que muchos jugadores no lo sepan aprovechar.

Y, si lo corriges de una vez por todas, tu nivel de juego va a mejorar desde hoy mismo.
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Verás.

Todos conocemos rivales que utilizan mucho el globo en sus partidos.

Y tendemos a pensar que es porque tienen facilidad para hacerlos bien, cuando, en realidad, NO es por eso.

Porque el globo no es un golpe especialmente difícil de ejecutar.

Lo importante es elegir bien la bola que utilizamos para hacerlo.

(continúa en el siguiente post...)

Bajo mi sesgada opinión, el mensaje debería ser justo el contrario.

Y suena duro, pero creo que sería el mejor consejo que nos podrían dar de pequeños.

DEJA DE ESPERAR REGALOS DE LA VIDA.

Porque ella tiene sus planes y los tuyos le dan igual, así que debes tener claro que, las cosas que te importan, no van a suceder por tu cara bonita.

Si de verdad te interesa algo, tendrás que tomar acción.
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¿Y qué tiene que ver esto con el pádel?

Pues te lo hilo muy fácilmente.

Verás.

Los grandes jugadores son los que, cuando pierden, no buscan excusas y sólo se preguntan a sí mismos:

- ¿Qué podría haber hecho de otra forma para que las cosas hubieran ido mejor?

Y la mayoría (entre los que me incluyo), cuando perdemos, solemos cometer un error que choca de raíz con esta filosofía de tomar acción, que estamos predicando aquí.

ECHAR LA CULPA AL COMPAÑERO.

Porque, inconscientemente, entramos a la pista esperando que ellos hagan su trabajo de diez y, así, podamos intentar hacerlo bien nosotros.

- A ver si hay suerte y tengo un buen día.

Pero eso de pensar que lo mismo tu compi ha tenido problemas en el trabajo, o no ha dormido bien, o ha entrado nervioso y es incapaz de salir del bucle...

Eso no puede ser.

Y por eso, si la caga, te enfadas.

O peor, bajas los brazos y tiras la toalla.

La condición humana hace que, inconscientemente, siempre pienses en lo que pueden hacer los demás por ti.

Nos ocurre a todos.

Pero eso se puede cambiar a nivel consciente. Porque la pregunta que deberías hacerte NUNCA tendría que ser esa.

La verdadera pregunta debería ser:

¿QUÉ PUEDO HACER YO POR MI COMPAÑERO?

¿QUÉ PUEDO HACER POR EL EQUIPO PARA QUE VAYA MEJOR?

Porque eso sí que depende de ti. Eso entra dentro de tu margen de acción.

Entender que quejarse, o poner malas caras, NO VA A SERVIR DE NADA.

Y, por el contrario, siempre vas a poder hacer cosas que mejoren la situación.

Que no quiere decir que lo consigas todas las veces.

Pero, ese entrenamiento, esa actitud, te servirá siempre.

Porque habrá días que sí funcione y otros en los que, al menos, salgáis reforzados como equipo.

Así que, en definitiva, piensa siempre en lo que depende de ti.

Está en tu mano cambiar el chip y crecer como jugador, para volverte uno mucho más fuerte, más duro y más preparado.
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(O no hagas nada, que esa opción siempre está ahí 😉)

¡¡DEJA DE MIRARTE AL OMBLIGO!!
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Hoy te voy a dar una sacudida.

Porque te traigo un consejo de mentalidad de esos que, casi todo el mundo sabe, pero nadie aplica.

Mira.

No sé muy bien cómo lo han hecho, pero es increíble lo profundo que ha calado en la sociedad esa creencia de que nos merecemos algo por el mero hecho de existir.

Esa tendencia que nos lleva a pensar que el resto de personas, el pádel, o la vida en general, nos deben algo.

Y NO es así.

Pero claro, luego que estamos como estamos.

Frustrados, decepcionados, deprimidos...

(continúa en el siguiente post...)

Os compartimos un canal con ofertas de productos de pádel: https://t.me/ofertaspadelvip

Aclaramos que no tenemos nada que ver con ellos, ni ganamos nada con esta mención.

Simplemente lo compartimos porque pensamos que puede ser útil para los que estéis buscando productos de pádel al mejor precio.

¡Mañana volvemos con un nuevo consejo!

Pues verás.

Si tienes en cuenta que en el pádel el 95% de las bolas son defendibles, entenderás que, por muy bien ejecutado que esté tu golpe, la probabilidad de que vuelva es alta.

Por eso (siempre, pero especialmente cuando NO vas a poder realizar un golpe de definición) lo primero que debes pensar es cómo y hacia dónde deberías enviar la bola para que la siguiente te pille bien colocado.

Es decir, qué golpe deberías utilizar para conseguir el tiempo necesario para prepararte con garantías.

Obviamente, si además puedes ponérsela difícil al contrario, pues mucho mejor.

Pero lo importante es entender que eso no debería ser lo primero -ni, por supuesto, lo único- que te venga a la cabeza.

Para ello, entre otras muchas cosas, hay una regla táctica que deberías tener en cuenta siempre que realices un golpe neutro.

Una regla absurdamente simple que, cuando la implementas, te permite ganar tiempo, al margen del lugar desde el que estés impactando a la bola.

ESTE VIERNES (18 de octubre) a las 14h enviaremos a nuestros suscriptores un correo donde la explicaremos con detalle.

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ESTA DEBERÍA SER TU PRIORIDAD CADA VEZ QUE GOLPEAS
(¡Y no es lo que tú crees!)
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Hoy te voy a contar un error del que casi nadie habla y debería ser una de las primeras cosas que se expliquen en una pista de pádel.

Y para hacerlo, voy a empezar lanzándote una pregunta.

¿Cuántas veces en tus partidos golpeas la bola con la CERTEZA ABSOLUTA de que no va a volver?

Si lo analizas fríamente, lo normal es que solo lo sientas cuando la sacas por cuatro.

Y poquitas veces más.

Por eso, es un error que lo primero que pienses cuando vas a golpear sea en hacer daño al contrario.

¿Y en qué voy a pensar entonces?

(continúa en el siguiente post...)

Llegó la noticia que ninguno queríamos oír, pero sabíamos que era inevitable, pues el tiempo pasa para todos.

Muchos de los mejores recuerdos que tenemos como aficionados al deporte, han sido con él.

Mil gracias por todo Rafa.

https://www.marca.com/tenis/2024/10/10/67079e9d22601d03598b45ac.html

Peeeero, resulta que a veces el adversario defiende mejor de lo que esperabas.

O da la casualidad de que te viene justo a la vertical del cuerpo y no puedes recolocarte.

O ve que no tiene opciones y se la juega, pegándola muy fuerte.

Y, entonces, TE LA COMES.

Porque igual su bola no era difícil, o incluso se iba fuera, pero, como vas tan cegado, no te da tiempo a reaccionar.

Intentas golpear según viene, impactas mal porque no te la esperabas así y terminas perdiendo el punto.

Por eso, en estos casos lo único que tienes que hacer es acercarte a la red con intención de volear de nuevo al rival que quedó mal parado.

Y avanzas ese paso para que tu siguiente ataque le llegue lo antes posible.

Porque, el mero hecho de que la bola le vuelva de nuevo tan rápido, ya le pondrá muy difíciles las cosas.

NO ES NECESARIO QUEMARLA.

Y, por eso, es mejor llevar poco armado.

Así, si te viene difícil de atacar, no la fallarás, e igualmente conseguirás tu objetivo de aumentar la presión.

Y, si resulta que la defensa del rival es una bola blandita que te llega como flotando, tendrás tiempo para armar un poco más y, ahí sí, pegarla bien fuerte.
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UNA CAGADA 💩👀🎾 SÚPER COMÚN EN ATAQUE
(Y lo que tienes que hacer para dejar de cometerla)
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A veces realizas una buena volea y, en cuanto golpeas, sientes que el rival va a sufrir para defenderla.

En esos casos, hay una cosa que se debe hacer (la habrás oído muchas veces), pero muchos la malinterpretan y, a menudo, terminan fallando.

Hoy vamos a aclararlo para que no te pase a ti.
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Verás.

Cuando atacas bien, es bastante probable que el contrario te deje fácil la siguiente bola, ¿verdad?.

Por eso, en esa situación es importante avanzar un pasito, pegarte más a la red y que puedas aprovechar esa supuesta mala defensa del rival.

El problema surge cuando piensas que, el objetivo por el que te acercas a la red, es reventar la bola que venga.

Entonces, te aproximarás preparando el golpe con un gran armado y cegado por esa intención de incendiar la bola.

(continúa en el siguiente post)

¿La triple pérdida?
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Sí.

Hacer eso provoca 3 problemas de los que luego es muy difícil reponerse.

Y este viernes vamos a enviar un email explicándolo todo.

Te contaremos qué es eso de la triple pérdida y la sencilla forma que hay de evitarla.

Y te diremos cómo se deben atacar realmente las voleas agresivas para hacer daño de verdad (que, además, es mucho más fácil que lo que se suele hacer).

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¡¡¡EVITA LA TRIPLE PÉRDIDA EN TUS VOLEAS AGRESIVAS!!!
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Cuando hablamos de voleas agresivas nos referimos a bolas que pegamos más fuerte de lo normal.

Y se deben hacer a partir de una bola que nos llegue blanda (como flotando) y alta (a la altura del hombro o más arriba).

El problema es que, muchos jugadores, cuando reciben una bola de este tipo, pretenden ser agresivos utilizando el mismo efecto y gesto técnico que hacen con voleas que les llegan a media altura.

Y eso, no solo no sirve para nada, sino que casi siempre genera LA TRIPLE PÉRDIDA.

(continúa en el siguiente post...)

Para empezar, lo normal es que los rivales no se muevan del sitio desde el que golpearon.

Y es que, NO pegarse a la red para presionar tras un buen ataque, es uno de los errores tácticos más comunes.

Y, solo por eso, sus posibilidades de definición se reducirán un montón.

Pero además, aunque lo hagan, apuesto a que no van a tener los recursos ofensivos de Tapia, o Coello.

Y, a veces, tu defensa saldrá con una velocidad y/o altura, que les resultará incómoda de atacar.

Otras veces, les llegará a un lugar donde no podrán realizar fácilmente un golpe de definición (como la volea de revés).

Y otras, simplemente, tras haber atacado bien, supondrán que vas a fallar y, el mero hecho de que les llegue de vuelta, les sorprenderá.

Por todo ello, la regla para defender bolas difíciles es justo la contraria:

Cuanto más difícil sea la bola que tienes que defender, más margen debes utilizar en tu defensa.

Porque tu objetivo debe ser simplemente "levantarla" y prepararte para correr y sufrir en la siguiente.

Y así, hasta que el rival deje una más fácil, o falle.

Obviamente, no siempre librarás y algunas veces te harán el punto.

Peeeeero, te aseguro que recuperarás la iniciativa en muchas más ocasiones de las que crees.

Y, por supuesto, muchas más que si te juegas una ficha porque, cuando arriesgas en las bolas difíciles, la probabilidad de que falles es enorme.

Por eso, anota esto, que es importante:

Darte oportunidades para que el punto siga, siempre es la mejor opción.
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¡LA REGLA DE ORO PARA DEFENDER BOLAS COMPLICADAS!
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Hoy te traigo una idea tan sencilla como efectiva, para defender bolas exigentes.

Una regla que suele ir en contra de lo que "nos pide el cuerpo" en esos casos, pero, si NO la aplicas, la probabilidad de que el punto siga vivo, tenderá a cero.

Verás.

Cuando el rival realiza un buen ataque y te dispones a defender una bola muy difícil, es habitual que te imagines al contrario pegado a la red, mordiéndose la lengua y dispuesto a reventarte vivo.

Entonces, sientes la necesidad de tener que arriesgar, pretendiendo levantar una bola exigente con una defensa fuerte y/o bajita, que el 99% de las veces terminará en la pared, o en la red.

Sin embargo, en el pádel amateur, si logras mantener la bola en juego, puedes salir airoso de esa situación muchas más veces de lo que imaginas.
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- ¿Y en qué te basas flipao?

- Pues en que lo he visto miles de veces.

Atiende.

(continúa en el siguiente post...)

Si el saque viene difícil, ponla en juego.

Como sea, pero ponla.

En esa situación, cualquier respuesta que mantenga el juego vivo va a ser mejor que un error directo.

Porque tendemos a pensar que, si el saque viene difícil y la devuelves sin más, el rival te machacará.

Pero para nada es así.

Para empezar, a veces solo con ponerla resulta que te sale más hacia el cuerpo, más rápida, o más alta de lo que el contrario espera y no la puede apretar.

Y, aunque así fuera, estarás obligándole a que intente aprovecharlo.

Pero, cuando fallar implica perder el saque, no es tan fácil.
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Por otro lado, si el saque viene cómodo y puedes elegir dirección, por el amor de Dios, ¡¡no te juegues una ficha!!

Y, en este caso, tampoco la desaproveches pasándola sin más.

Además, lo que tienes que hacer es muy simple:
APUNTA AL RIVAL QUE PEOR ATACA.

Si volea mal le tirarás por abajo.

Y, si tiene mala bandeja, por arriba.

De esta forma, al no ser su mejor golpe, no se sentirá confiado y no te presionará.

Y, entonces, en la siguiente te llegará una bola blandita y podrás proponer algo con garantías.

Un buen globo, una chiquita, o una salida de pared firme con la que, ya no solo estarás pasando el marrón al rival, sino que le estarás poniendo en verdaderos aprietos.
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¿CÓMO APROVECHAR MEJOR LAS BOLAS DE BREAK?
(¡Ya no volverá a ser lo mismo!)
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¿Cuántas veces tienes oportunidad de romper el saque, pero se te escapa?

Te lo pregunto porque, desperdiciar bolas de break, es una de las cosas que más nos baja la moral.

Así que, si a veces te ocurre, igual lo que voy a contar te interesa.
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Verás.

A la hora de perder oportunidades de break, hay dos perfiles de jugador que se llevan la palma.

-- El caga prisas, que pretende conseguir la rotura demasiado rápido.

-- El cagón (a secas), que tiene miedo a fallar y juega tan blandito que el rival se lo come.

Sin embargo, lo más curioso es que, en ambos casos, el error más grave que cometen es el mismo.

FALLAR DIRECTAMENTE EL RESTO.

Y es que, cuando restamos con ventaja, lo más importante es poner la bola en juego.

El rival estará agarrotado ante la posibilidad de perder su saque, así que tu objetivo principal (y casi único) es pasarle el marrón.

Por eso, tienes que utilizar la cabeza.

(continúa...)

Pues porque, en esos casos, lo que más necesitas es tiempo para recuperar la posición.

Y, golpeando fuerte por abajo, estás haciendo justo lo contrario.

Una bola fuerte llegará demasiado pronto al rival y, entonces, simplemente bloqueando y dirigiéndola al hueco que dejaste en la esquina, te hará mucho daño.

Llegarás forzado (si es que llegas) y, a partir de ahí, será complicado que puedas salir airoso de la situación.
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Por eso, sobre todo cuando veas que dejas mucho espacio libre, piensa en salir con una bola más lenta por abajo.

E, idealmente (si tienes técnica suficiente) que caiga nada más pasar la red.

O bien, si llegas con margen y puedes meter la pala debajo, ejecuta un buen globo que te permita recuperar la posición.

Pero NUNCA realices un golpe con el que, lejos de ganar tiempo, recortes tus propios plazos.

Porque, entonces, serás tú el que se esté metiendo voluntariamente en la trampa que el atacante te preparó.
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LA TRAMPA MÁS TÍPICA DEL PÁDEL
¡¡¡NO CAIGAS EN ELLA!!!
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Hay una situación de juego súper común que supone una trampa mortal para el que está defendiendo en ese momento.

Y es una de las jugadas de ataque más habituales del pádel, así que seguro que la conoces perfectamente.

(De hecho, estoy convencido de que la intentas a menudo, cuando eres tú el que está en la red).

Sin embargo, a pesar de ser tan conocida, la mayoría suelen caer en ella cuando les toca defender.

Me estoy refiriendo a la clásica situación en la que te juegan una bola cortada al medio y te ves obligado a desplazarte mucho, dejando la esquina libre.


¿Y dónde está el problema?


Pues en que casi todo el mundo, especialmente si llegan forzados, se deja llevar por la inercia del movimiento y defiende fuerte por abajo.

Pero NUNCA debes hacer eso.

Y mucho menos en paralelo.


¿Y por qué?

(Sigue en el siguiente post…)

Pues porque se centran en hacer un buen gesto técnico y que les salga una bola profunda y de calidad con la que pasar al rival.

Sin embargo, en esos casos, hacer eso no solo no sirve, sino que es contraproducente.

Verás.
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Cuando subes a contratacar, en la primera volea, tu principal objetivo debe ser no quedarte vendido.

Y, si priorizas la profundidad, cuando la bola pase a la altura de los rivales, lo hará por encima del nivel de la red.

Esto facilitará mucho su trabajo porque, con poner la pala y apuntar hacia tus pies, te harán mucho daño (recuerda que tú estarás en zona de tiburones).

Pero es que, además, pasar por el medio a unos rivales bien posicionados en la red, es casi imposible.

Por eso, tu prioridad debe ser golpear hacia abajo y, después, si es posible, evitar al rival.

Así, aunque el contrario alcance la bola, lo hará por debajo del nivel de la red.

De esta forma, la trayectoria de su respuesta será hacia arriba y, además de no poderte atacar, es posible que te deje una bola franca para que puedas consumar el contrataque.
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Estos matices tácticos te permiten sacar más partido a tus golpes, al margen de tu nivel técnico.

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ESTA CAGADA ARRUINARÁ TUS CONTRATAQUES
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Todo el mundo sabe que la pareja que pasa más tiempo en zona de ataque (que no significa atacando) es la que suele ganar el partido.

Por eso, cuando estás en defensa, tienes que aprovechar cualquier bola cómoda que te llegue para contratacar.

Sin embargo, hay una jugada de contrataque con la que la mayoría se quedan vendidos y es la que vamos a analizar hoy.

Atención.
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Imagina que estás defendiendo, los rivales impactan mal y te llega una bola como flotando.

O que haces un buen globo, el contrario no lo deja pasar (pero va a golpear forzado) y decides subir a volear su bandeja.

En ambos casos, si quieres robar la red, te verás obligado a avanzar y realizar una primera volea de aproximación, desde una zona peligrosa.

Y, esa volea es la que casi todo el mundo hace mal.

¿Por qué?

(sigue en el siguiente post...)

Cuando vas ganando fácil, se produce una falta de estímulo competitivo que genera en tu mente un leve aburrimiento.

Es algo involuntario porque, en realidad, lo único que sientes es que, sin mucho esfuerzo, haciendo las cosas que dominas, tienes el partido controlado.

Pero esa sensación puede ser extremadamente perjudicial.

Porque entonces, siempre de forma inconsciente, te confías y arriesgas más de la cuenta.

Intentarás golpes que no dominas, o acelerarás más el juego de lo que te conviene.

O, simplemente, te relajarás, bajarás el nivel de intensidad y empezarás a golpear sin tener buenos apoyos, llegando tarde a la bola.

Y todo eso conduce a un mismo lugar:

AUMENTAR MUCHO LOS ERRORES NO FORZADOS.
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Y el inconveniente no será (solo) tu bajada de nivel.

El problema real es que meterás de nuevo en el partido a unos rivales que, probablemente, ya habían bajado los brazos.

Y, aunque quieras recuperarte tras unos juegos, tu bajada de nivel, sumada a su subida, ajustarán mucho el partido.

Surgirán dudas en vuestro lado y disminuirá vuestra confianza al mismo ritmo que aumentará la de la pareja rival.

Y, a partir de ese momento, hacer puntos se convertirá en algo mucho más difícil que antes.

En definitiva, con ese jugueteo aparentemente inofensivo, no solo no conseguirás nada positivo, sino que provocarás que sea mucho más difícil lograr la victoria.

Por todo ello, anota esto en un lugar bien visible:

PROHIBIDO CAMBIAR DE ESTRATEGIA CUANDO VAS GANANDO CÓMODO.

En esos casos, tu único objetivo debe ser seguir haciendo lo mismo y con la misma intensidad.

Que sea la pareja rival la que cambie y proponga algo diferente, si quiere invertir la dinámica.

NUNCA VOSOTROS.
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EL MOTIVO OCULTO DETRÁS DE LAS REMONTADAS QUE TE HACEN
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Seguro que más de una vez te has comido una remontada teniendo el partido controlado.

Habías ganado el primer set e ibas con ventaja en el segundo.

Sin embargo, de repente, empiezan a ir mal las cosas y terminas perdiendo un partido que tenías hecho.

¿Te suena?

Pues resulta que, la mayoría de las veces, ese tipo de remontadas las provocas tú.

- ¿Pero qué dices, flipao?

Como lo oyes, pero deja que te explique.

(continúa en el siguiente post)

¡UN INADVERTIDO ASPECTO DEL PÁDEL QUE RESULTA CLAVE EN TU RENDIMIENTO!
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En cualquier partido que juegues es habitual que haya fases en las que entres menos en juego.

Y no me refiero a que te metan en la nevera (que también), sino a que, (de forma intencionada, o no), el juego pase más por tu compañero durante un rato y tú apenas toques bola.

En esos casos, la gente se frustra por no poder intervenir y hacer daño a los rivales, pero ese es el menor de sus problemas.

La verdadera dificultad (que pasa desapercibida para casi todos) es que, cuando el juego vuelve hacia ellos, están totalmente fuera del partido.

Así que, en el mejor de los casos, necesitan otros 2 o 3 juegos para volver a aportar cosas positivas al equipo.

Todo esto se debe a un aspecto clave del pádel que el gran público descuida.
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Teniendo esto en cuenta, podemos deducir que no es imprescindible que la bola vuele mucho para rematar con éxito.

Y es que, en realidad, la clave está en otros dos aspectos.

El primero es LA POSICIÓN DEL RIVAL, pero todo el mundo sabe que, si el contrario está adelantado, no tiene sentido rematar.

Lo que la mayoría no tiene en cuenta, es el segundo aspecto, a pesar de que es tan importante, o más, que el primero: EL BOTE DE LA BOLA.

Lee con atención.
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Dejando de lado la técnica, muchos de los que creen que no rematan bien es porque lo hacen picado hacia abajo.

Y, si se hace así, pero sin buena técnica, la bola bota a media pista, pierde fuerza y tarda mucho en volver, de modo que dan muchísimas opciones al rival para alcanzarla.

Así que se quedan vendidos, pierden el punto y no vuelven a rematar en todo el partido.

Sin embargo, precisamente cuando no eres capaz de hacer volar la bola por técnica, tu remate no tiene que salir muy alto, sino que debe ser rápido.

¿Y CÓMO SE HACE UN REMATE RÁPIDO?

Pues, como te decía, la clave está en dónde pones el bote.

Tienes que buscar que pique profundo, apuntando a los pies del rival (que damos por hecho que estará en torno a la línea de saque, o más atrás).

De este modo, al esquivar la bola, le sobrepasará, rebotará fuerte en la pared de fondo y saldrá tan rápida que no podrá alcanzarla de vuelta.

Y un detalle muy importante es que estos remates hay que hacerlos apuntando al rival que está en paralelo, porque, en cruzado, la bola se puede frenar con la doble pared y el golpe perderá efectividad.
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CÓMO DEFINIR CON TUS REMATES, ¡¡AUNQUE NO TE SALGAN BIEN!!
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El remate es el golpe de definición por excelencia.

Sin embargo, muchos jugadores apenas lo utilizan porque sienten que no lo hacen bien.

Creen que solo pueden rematar los que se traen la bola a su campo, pero para nada es así.

Verás.
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La realidad es que, para que un remate sea efectivo, no es tan importante que la bola "vuele".

Obviamente, unos jugadores rematan mejor que otros, pero, a nivel amateur, muy pocos son capaces de hacer volar la bola lo suficiente como para que, si el contrario ha leído bien el golpe y sale a tiempo, no pueda llegar.

Y, a pesar de ello, seguro que conoces gente de tu nivel que remata muchas veces a lo largo del partido, ¿verdad?

(continúa en el siguiente post)