DIOS NO HACE CHATARRA.
El mundo dice que no somos capaces, que somos perdedores, impuros, condenados, fracasados, tontos, débiles, malos, pero... ¡Nosotros no somos de este mundo! Nuestra verdadera identidad no proviene de lo que somos o lo que hemos logrado, sino de lo que Dios dice que somos.
Dios no hace chatarra, tú eres una obra de arte. Eres su amigo, su hijo, su heredero, su protegido, su creación, su gozo y pasión. Dios te ama cuando eres débil o cuando eres fuerte, cuando eres bueno o cuando eres malo, cuando le hablas o cuando callas. Dios jamás cambia, jamás titubea, jamás se contradice, jamás llega tarde, jamás te abandona. Es mejor estar con Dios en el foso, que fuera del foso y estar sin Él.
Si eres una persona con espíritu de escasez, quiebra eso en el nombre de Dios, quiebra la miseria en tu mente que te hace vivir con lo justo. Que te hace estar dependiendo del dinero de los demás. No eres cualquier cosa, no eres un paria, tienes al Rey de Reyes como Padre, y Él te ha llamado príncipe y princesa. Quiero que sepas que eres más que digno de vivir en su reino.
Tu valía no depende de la opinión de los demás ni de tus propias inseguridades. Eres valioso y amado por el solo hecho de ser creación divina. Dios te ha dotado de talentos y dones únicos, y te ha dado una misión especial en esta vida. No permitas que las circunstancias te hagan olvidar quién eres y quién está a tu lado.
Eres fuerte, capaz, y lleno de potencial. Levántate cada día con la certeza de que tienes un propósito y que, con la ayuda de Dios, puedes superar cualquier obstáculo. No dejes que el miedo y la duda te paralicen. Confía en el plan divino, porque Dios no hace chatarra; Él hace maravillas, y tú eres una de ellas.
Recuerda siempre, no estás solo. Dios camina contigo en cada paso, te sostiene en cada caída y celebra contigo en cada victoria. Vive con la convicción de que eres amado incondicionalmente y que tu vida tiene un valor incalculable en los ojos del Creador.