#Una_ayudadita 191124
Estimados miembros de Akasha Comunidad:
Hoy ando corriendo para poder terminar algunas cosas urgentes en mi universidad, pero no quería dejar de compartir con ustedes este artículo que me pareció muy importante. Se trata de un estudio realizado por Hiroshi Arakawa y publicado en la revista científica SynBio (https://www.mdpi.com/2674-0583/2/3/17). Se titula (traducido del inglés) “La evolución natural de virus de ARN provee de claves importantes sobre el origen de las variantes de SARS-CoV-2”.
La verdad es que me impresionó que haya podido pasar el filtro de la revisión por pares que en estos tiempos se parece a intentar cruzar una puerta en el muro de Berlín durante la guerra fría. Si me permiten la analogía, más que revisión por pares, el proceso se parece a una revisión realizada por policías de la Stasi, con guantes hasta el codo, que no tienen intención alguna de dejar pasar a nadie que ose pensar siquiera (ni de refilón) algo distinto a lo que “el partido” considera la verdad.
Arakawa investigó la evolución de diferentes variantes de SARS-CoV-2 y encontró que no solamente hay indicios de que la ‘cepa original’ de Wuhan (la primera que se secuenció luego de haberse asociado a “casos de neumonía atípica en Wuhan”) no se generó por evolución natural, sino que las variantes Alpha, Beta, Gamma, Delta, Mu y Omicron, también muestran indicios de haber sido generados de forma artificial.
Supongo que ven, al igual que yo, que el que se publique este artículo es muy fuerte.
Sé que algunos pueden indignarse y decir “pero, ¿qué dice esta? Si los virus no existen”, pero ‘esta’ ya les ha dado, en diversas ocasiones, muchos argumentos sustentados al respecto, y 'esta' simplemente no tiene en este momento tiempo libre para poder hacerlo de nuevo. Por eso, si quien me lee sintió ganas de decir algo semejante a la frase que escribí arriba, le invito amablemente a que no lea más de este texto y se espere al siguiente tema que comparta. A quienes sí les interesa el tema porque, al menos, dan lugar a la posibilidad de que sí existan entes-conformados-por-proteínas-que-contienen-ARN-o-ADN-y-que-hacen-copias-de-sí-mismos-utilizando-a-las-células, entonces, ¡sigan leyendo que esto puede interesarles!
Lo que hizo Arakawa fue evaluar la historia evolutiva de los diferentes genomas y encontró que la mayoría de las mutaciones en la secuencia genética generaba cambios en los aminoácidos que codifican. Esto quieren decir que se trata de “sustituciones no sinónimas” (lo verán como dN en el manuscrito). Este patrón no se observa en los otros virus de ARN que utilizó como controles (otros coronavirus, incluyendo el primer virus SARS o SARS-CoV-1). En estos otros genomas, la tasa de sustituciones no sinónimas (dS) a sustituciones sinónimas (es decir la dN/dS) era menor, ya que es más común que los cambios (mutaciones) sean al azar cuando se trata de evolución natural. No solo era en el gen de Spike de SARS-CoV-2 donde se daba esta mayor tasa de dN/dS; en muchos otros genes también.
El autor calculó que la probabilidad de que un virus de ARN evolucione, de forma “espontánea” con esa tasa dN/dS, bajo condiciones naturales es de 1.5 x 10^(-9) y 2.7 x 10^(-26). Esto quiere decir una probabilidad de 1 en 1500000000 a 1 en 270000000000000000000000000. En otras palabras, es muy muy muy muy muy baja la probabilidad de que se haya dado esa evolución de forma natural. Y si no es natural, entonces, ... (les invito a que ustedes completen el enunciado, ¿vale?).
Caramba. Parece que todas las variantes de SARS-CoV-2 han recibido una “ayudadita”. Y yo sigo esperando que los abogados se arremanguen la camisa y decidan desfacer entuertos, que buena falta hace.
Ahora sí, corro a mis actividades pendientes.
Les saludo, Karina AW:_