Dios todopoderoso, pongo este día enteramente en tus manos. Te pido que las cosas materiales no sean una obsesión sino una necesidad, para que llegada la abundancia no me olvide que todo fue por tu gracia. Te pido mucha fortaleza y valentía para hacer frente a los momentos que se tornen difíciles, te pido que mantengas firme mi fe y a no decaer con facilidad. Dame un espíritu luchador para nos desganarme y para no dejarme vencer. Quiero pedirte, que en esta mañana seas Tú quien tome todo el control de mi vida, que seas quien guíe mis pasos y que me muestre los senderos que debo tomar. Quiero que seas Tú quien disponga de mis tiempos, de mis proyectos y de mis objetivos, que veas que es lo más necesario para mí para que puedas concedérmelo. Espíritu Santo, te pido que derrames sobre mí tus dones y frutos. Llena mi vida de tu sabiduría, para que pueda ver con claridad, discernir lo que es bueno y lo que me aleja de tus planes. Que, en cada decisión, en cada paso que dé, pueda sentir tu guía y tu dirección, sabiendo que estoy caminando de acuerdo a tu voluntad perfecta. Dame la paz que sólo Tú puedes dar, esa paz que sobrepasa todo entendimiento. Sabes cuáles son mis anhelos y las áreas de mi vida que más necesitan tu intervención. Te entrego todo aquello que me inquieta, y confío en que, en tu tiempo perfecto, obrarás maravillas. Que tu poder se manifieste en mi vida de manera sorprendente y transformadora. Finalmente, te ruego que me bendigas a mí y a mi familia. Rodéanos con tu protección, y líbranos de todo mal. *Espíritu Santo fuente de luz ilumina mi alma y mi vida y nunca te apartes de mí. Amén.* Al terminar la oración un Padre Nuestro