Cada engaño, manipulación y estafa están basados en una trampa que uno mismo hace.
Ese engaño no es unilateral; toda estafa está asociada con una trampa propia.
Si fuéramos despiertos, vivaces, sagaces, si hubiéramos hecho más caso a los ancianos; si nos hubiéramos contenido cuando podíamos y nos tocare enfrentáramos a contenidos dañinos, armonías disonantes, mensajes venenosos, productos tóxicos, etc nos daríamos cuenta ENSEGUIDA!, como ahora nos damos cuenta.
Pero no.
Como dragones voraces, incapaces de ceder ante sus propias ansias, esclavos del deseo, presas del miedo, gobernados por el ego y sus deudas y traumas pasamos por esos caminos como acólito en ceremonia de purificación por fuego, de la mano de seres, aquellos que saben... sabiendo que no sabemos.
Uno se lanza al mundo queriendo recibir sin dar, fantaseando que merece "porque sí", desconociendo a la naturaleza y consumiendo todo a su paso, encerrado en su propio culo, sin ver más allá de sus narices.
Por eso, cuando comienza a despertar, le encanta culpar a los demás, sin ver el hecho más importante
que ha sido una hermosa danza fractal entre depredador y presa, en la que uno era presa porque era depredador (de otros); en la que aprende a liberarse del depredador al aprender a dejar de serlo.
• Sin estafa, nunca me hubiera dado cuenta de que yo también era un estafador, y por ende nunca hubiera podido liberarme de ese gancho.
• Sin daño, nunca hubiera visto el amor.
• Sin manipulación, no hubiera logrado la emancipación.
Entonces, debo decirte que: sin perdón (comprensión), no hay ascensión.
@guerrerosmodernos