A continuación, el equipo jugará a ser un paparazzi, intentando tomar imágenes de Betelbuddy con telescopios, ya que habrá una ventana potencial de visibilidad alrededor del 6 de diciembre.
"Necesitamos confirmar que Betelbuddy realmente existe, ya que nuestro resultado se basa en inferencias, no en la detección directa", dice Molnár. "Por eso ahora estamos trabajando en propuestas de observación".
Los investigadores señalan que este estudio sólo fue posible gracias a la ciencia en equipo.
"Sin que cada uno de nosotros considere este problema desde ángulos muy diferentes, László, como experto en observaciones espaciales y análisis de datos, , Jared como alguien que estudia y simula estrellas masivas y yo como modelador 1D), el trabajo no habría sido posible", afirma Joyce. "Quiero agradecer al Flatiron Center for Computational Astrophysics en particular por crear un entorno en el que es posible reunir a una gama tan diversa de científicos".
El equipo también está entusiasmado por tener nueva información sobre un cuerpo celeste estudiado durante mucho tiempo.
"Betelgeuse ha sido objeto de innumerables estudios desde los albores de la astrofísica moderna", afirma Molnár. "Y, sin embargo, todavía hay espacio para realizar nuevos descubrimientos importantes: en este caso, una estrella similar al Sol que se esconde a plena vista, bajo el inmenso resplandor de una supergigante roja. Eso es lo que más me entusiasma".